viernes, 4 de marzo de 2016

Brisa



Carmencita ha tenido esta noche una pesadilla, decía a las cuatro de la mañana, cuando ha aparecido en nuestro cuarto con la pretensión, irreal como una investidura de Pedro Sánchez, de meterse en nuestra cama. De la mano hemos ido a su cuarto y yo sí me he acostado a su lado. A los cinco minutos estaba dormida, con una respiración honda, rítmica y cálida, que me alborotaba el flequillo, como la brisa de las noches de agosto en la playa con marea baja. 

Feliz pesadilla.



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