Se publicó a final del 2018, pero no se ha distribuido hasta ahora. Una antología de los poemas de Mario Quintana traducidos por mí:
Para comprender mi emoción hay que recordar que yo soy aquel que dijo: «Que otros se jacten de los libros que han escrito, a mí me enorgullecen los que he traducido», haciendo casi un Pierre Menard a Borges, es cierto.
Todos los poemas de Quintana ya quisiera yo firmarlos, pero hay uno que traduje por los pelos, en el último momento que me sirve muchísimo para cuando la gente viene a conocer a un poeta y se encuentra conmigo. Quintana clava la sensación:
QUERÍAS QUE TE HABLASE DE POESÍAQuerías que te hablase de poesía un poco
para burlar lo cotidiano atroz.
Querías el sonido de mi voz,
no un eco apenas de este mundo loco.
Aunque qué puedo darte, pobre criatura, en trueco
de cuánto tú esperabas, ay de nos-
otros, si yo soy hueco, hueco, hueco
como el Hombre de Lata en El Mago de Oz.
Recordarás, seguro, ay, su horror
a las lágrimas porque después se oxidaría…
Y tú como a un nenúfar del lago me querías,
como una lluvia de oro, como un pájaro
de luz… Pero poesía, ¿puede haberla mayor
que este desesperarme mío por la poesía?
[Original]
Si me dejo llevar, cuelgo del blogg medio libro o más, pero este poema vale por su componente biográfico (mío). Lo publiqué en la revista Anáfora por el mismo motivo. Cuando luego venga alguien a verme, siempre le podré decir: «Quien Quintana, no es traidor».
"de cuánto tú esperabas, ay de nos-
ResponderEliminarotros, si yo soy hueco, hueco, hueco"
Reconozco el esfuerzo sobrehumano que ha debido de costarte esta "solución", pero creo que ahí es peor el remedio que la enfermedad. Menos arriesgado hubiera sido haber dejado el "nos" solo, aunque el término esté en desuso y sólo se aplique a "ciertas personas de muy elevado rango o dignidad, como reyes, papas u obispos", según el DRAE.