Hablando de espejos, nos encanta ver tus comentarios en nuestro "blog". Te agradecemos tus visitas, que son muy estimulantes. Un saludo de los lectores del IES La Caleta (en donde, nos han dicho, leíste una vez).
yo voto por el encantador -y de paso homenajeo a Ramón: La mujer que saca su espejito del bolso es porque quiere revisarse el alma. Estupendo.
Lo de Felipe Benítez lo decía por que si ya es extraño el espécimen de "el escritor de éxito" el de "un poeta de éxito" es una deformidad literaria, un monstruo de la naturaleza. Por eso le dije a la salida, para animarle y animarme un poco: felipe, quillo, eres un monstruo. Debe ser difícil ser "tan" poeta. Me gustó mucho el recital, sobre todo la lectura que hizo de sus viejos poemas: preciosos como siempre.
Buena idea la del concurso, J.I. Mi voto es para "Cuando soplo en el espejo siento cierto alivio: aún logro empañarlo." Aunque me ha costado decidirme: el de ná es ná y el de que casi nos convencen de que nos conocemos, son mi plata y mi bronce.
Beades, a ver si Baltanás te va a tirar a ti de la oreja... Con la excusa del concurso, nos los vamos trayendo acá poco a poco. Allí ya están todos.
Beades, no me enfado por el concurso en este blog amigo, al contrario. De hecho, a veces pienso en clausurar mi página y hacerme mediopensionista en esta fonda. ¿Puedo votar yo también? Mi favorito es el de que casi nos convencen de que nos conocemos. Y el peor, coincido: el del agua petrificada.
En esta fonda, Baltanás, serías un huésped de honor. Lo malo es que si clausuras la tuya cómo vamos a enterarnos de que tienes nuevas greguerías o de tu lectura crítica de don Juan Valera. Lo cortés no quita lo valiente: sigue acá y allí.
Oye Rocío, ahora que caigo, eso de que yo no lo llamaría el peor, quiere decir que hay otro aún más malo... ¿Por qué no hacemos un concurso al revés, para elegir el peor? Bueno, no, que eso de buscar el mal siempre ha estado muy mal.
Supongo que preguntas por cuál nos gusta menos para que te sirva nuestra opinión de contraste y corrector de tus aforismos. Para ayudar, te diré que tampoco a mí me enstusiasma el del agua petrificada y no me emociona éste: "En realidad, el espejo ha suprimido el tiempo y vive en el perpetuo ahora." Después de este ejercicio de sinceridad, podré añadir sin sospechas que todos los demás me parecen estupendos: una serie logradísima.
Hablando de espejos, nos encanta ver tus comentarios en nuestro "blog". Te agradecemos tus visitas, que son muy estimulantes.
ResponderEliminarUn saludo de los lectores del IES La Caleta (en donde, nos han dicho, leíste una vez).
Baltanás sale favorecido en sus espejos, sin duda.
ResponderEliminarPor citar a un cláisco (López de artieta): <<(...) pues no hay lector que llegue a reflejarse/ nunca dos veces en el mismo libro>>
Por cierto, Enrique, ayer estuve con Benitez Reyes: qué personaje. Díos, ¡cómo son los poetas!!
Abrazo
¿Cómo son? Cuenta, cuenta...
ResponderEliminareso, eso, cuenta...
ResponderEliminarOtorgo el primer premio a:
ResponderEliminar¿Por qué nadie se asusta al mirarse al espejo y verse tal como es?
Saludos.
Yo voto por éste: "A partir de cierta edad, el espejo no es más que una elegía de poesía visual".
ResponderEliminaryo voto por el encantador -y de paso homenajeo a Ramón: La mujer que saca su espejito del bolso es porque quiere revisarse el alma. Estupendo.
ResponderEliminarLo de Felipe Benítez lo decía por que si ya es extraño el espécimen de "el escritor de éxito" el de "un poeta de éxito" es una deformidad literaria, un monstruo de la naturaleza. Por eso le dije a la salida, para animarle y animarme un poco: felipe, quillo, eres un monstruo. Debe ser difícil ser "tan" poeta. Me gustó mucho el recital, sobre todo la lectura que hizo de sus viejos poemas: preciosos como siempre.
¡La del espejito de la mujer! Duro fue dejarla en segundo lugar.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarPues Baltanás se estará tirando de los pelos (es un decir), porque esté concurso de "Mister Espejo" no se está celebrando en su blog.
ResponderEliminarBuena idea la del concurso, J.I. Mi voto es para "Cuando soplo en el espejo siento cierto alivio: aún logro empañarlo." Aunque me ha costado decidirme: el de ná es ná y el de que casi nos convencen de que nos conocemos, son mi plata y mi bronce.
ResponderEliminarBeades, a ver si Baltanás te va a tirar a ti de la oreja... Con la excusa del concurso, nos los vamos trayendo acá poco a poco. Allí ya están todos.
El que más me gustó:
ResponderEliminarParadoja especular: miramos al espejo, pero nunca lo miramos a él.
El que menos me gustó:
Espejo: agua petrificada.
Beades, no me enfado por el concurso en este blog amigo, al contrario. De hecho, a veces pienso en clausurar mi página y hacerme mediopensionista en esta fonda.
ResponderEliminar¿Puedo votar yo también? Mi favorito es el de que casi nos convencen de que nos conocemos.
Y el peor, coincido: el del agua petrificada.
Pues a mí debe ser que me gusta mucho el agua, pero no lo llamaría el peor...
ResponderEliminarEn esta fonda, Baltanás, serías un huésped de honor. Lo malo es que si clausuras la tuya cómo vamos a enterarnos de que tienes nuevas greguerías o de tu lectura crítica de don Juan Valera. Lo cortés no quita lo valiente: sigue acá y allí.
ResponderEliminarOye Rocío, ahora que caigo, eso de que yo no lo llamaría el peor, quiere decir que hay otro aún más malo...
ResponderEliminar¿Por qué no hacemos un concurso al revés, para elegir el peor?
Bueno, no, que eso de buscar el mal siempre ha estado muy mal.
Me alegro de coincidir con el autor en el más flojo. El resto me parece muy bueno.
ResponderEliminarSupongo que preguntas por cuál nos gusta menos para que te sirva nuestra opinión de contraste y corrector de tus aforismos. Para ayudar, te diré que tampoco a mí me enstusiasma el del agua petrificada y no me emociona éste: "En realidad, el espejo ha suprimido el tiempo y vive en el perpetuo ahora." Después de este ejercicio de sinceridad, podré añadir sin sospechas que todos los demás me parecen estupendos: una serie logradísima.
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