Lo que no les digo es que estudiamos este poema como una vacuna. Quiero prevenirles el disgusto de ver su raquítico currículum y de los primeros e inevitables fracasos a la hora de insertarse en el mundo laboral. Wislawa Szymborska, en realidad, está haciendo una defensa de la intimidad, hasta de la intrahistoria, con mucha más gracia que el adusto Unamuno. Lo que yo no sabía es que este poema, que ofrecía a mis alumnos como una secreta poción mágica, me iba a servir hoy a mí, que ando actualizando melancólicamente mi propio currículum...
ESCRIBIENDO EL CURRÍCULUM
¿Qué hay que hacer?
Presentar una instancia
y adjuntar el currículum.
Sea cual sea el tiempo de una vida
el currículum debe ser breve.
Se ruega ser conciso y seleccionar los datos,
convertir paisajes en direcciones
y recuerdos confusos en fechas concretas.
De todos los amores basta con el conyugal,
los hijos: sólo los nacidos.
Importa quiénes te conocen, no a quiénes conozcas.
Viajes, sólo al extranjero.
Militancia en qué, pero no por qué.
Condecoraciones sin mencionar a qué méritos.
Escribe como si jamás hubieras dialogado contigo mismo
y hubieras impuesto entre tú y tú la debida distancia.
Deja en blanco perros, gatos y pájaros,
bagatelas cargadas de recuerdos, amigos y sueños.
Importa el precio, no el valor.
Interesa el título, no el contenido.
El número de calzado no hacia dónde va
quien se supone que eres.
Adjuntar una fotografía con la oreja visible:
lo que cuenta es su forma, no lo que oye.
¿Qué oye?
El fragor de las trituradoras de papel.
[De Hombres en el puente (1986), en Paisaje con grano de arena, Editorial Lumen. Trad. de Ana María Moix y Jerzy Wojciech Slawomirski]
¿Y qué es la vida si le quitamos toda "literatura" y todos los afectos, sino un esquelético "currículum"?
ResponderEliminarMe parecen terribles -en absoluto risibles- los versos: "Adjuntar una fotografía con la oreja visible:/ lo que cuenta es su forma no lo que oye".
Será que me hago mayor, claro.
Claro que nadie ha dicho que tengan que hacer gracia. Disculpad, pues, mi error.
ResponderEliminarComo es natural, el error es de mis alumnos, por reírse de un compañero.
ResponderEliminarDe todas maneras, el poema tiene ese tono Szymborska de decir lo más terrible con gracia, de sonreírse ante lo dramático sin que por ello se convierta en una comedia.
Gracias por otro poema de Wislawa!
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