A Beades lo desenlacé porque desde su feliz enlace no participaba en estos lances, lógicamente. Lo mismo, y con el mismo dolor de corazón, hice con
Dal, que resurge con un hermoso y monterroso microcuento
ad hoc. Aquí la tardanza sólo se le permite a
Lanzas palabras veloces, por eso de la
contradictio in terminis, entre otras cosas. Pero mira por dónde el buen Beades resurge de sus cenizas y nos entona estas
alegrías, que son las nuestras.
Gracias por el enlace y la indulgencia con mi ritmo lento. Atrapo al vuelo esas resurrecciones y alegrías: ¡bienvenidas y bienhalladas!
ResponderEliminarRyszard Kapuscinski ha muerto. Larga vida a Kapuscinski. El mundo es hoy un lugar un poco más sombrío.
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