Ojo con Cervantes que no da puntada sin hilo. En mi artículo de hoy digo que don Quijote acaba suspirando "Yo sé quién soy", pero eso es un resumen rápido por razones retóricas. El "yo sé quién soy" con todas sus letras un pelo irreverentes lo pronuncia don Quijote tan pronto como en su primera salida, en el capítulo V de la primera parte, cuando más arrastrado está por su locura. En su agonía es obvio que está contestándose a aquello, pero lo hace con otras palabras y, sobre todo, con otro tono: "Señores, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco, y ya soy cuerdo: fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno". Sabe quién es, efectivamente, pero lo deja caer con mucha más delicadeza.
Razón de más para no ir haciendo una pregunta tan grosera al primer inocente que nos encontramos en una esquina.
Excepcional y agudísima dedicatoria, me ha recordado a una de la infancia:
ResponderEliminar"pa ti de mí pa que sepas que sabo escribir"
Quería ofrecerte dos datos relacionados con el artículo de hoy:
ResponderEliminar1) Una forma aparentemente más comprometedora del ¿sabes quien soy? es hacer la pregunta por teléfono. Digo aparentemente porque si uno no identifica la voz, el otro no puede sentirse que lo estimamos en poco; y si lo reconoce, quedas como un amigo íntimo de los de verdad. Me pasó esto último con un compañero de mili que me llamó veinte años después (más o menos) para decirme simplemente “¿no me conoces?”. Yo contesté: eres fulano. De no haber recibido su llamada no lo habría reconocido cuando me encontré con él pocos días después en los juzgados con su toga (en la mili tenía otra profesión). Sin duda tengo mejor memoria auditiva que visual.
2) Una fórmula de autoidentificación parecida a la que utilizaba Fernando Caballero es la que tiene institucionalizada algún pueblo del norte de Europa (esquimales, posiblemente, ya habrás tenido indicios de mi pereza en confrontar datos). En el que cuando se encuentran dos personas después de algún tiempo cada uno dice: hola, fulano (y fulano es el nombre del que lo dice), y el otro responde, hola zutano (y zutano etc).
Un abrazo
Más inquietante sería que nos dijeran: ¿sabes quién eres?
ResponderEliminarQué bueno Enrique. Yo si que sé quien eres por lo que escribes.
ResponderEliminar¡Y que nos dure la cordura!
ResponderEliminar¡Y la ética para lectores cuerdos!
Si alguien me preguntara "¿Sabes quién soy?" yo le respondería "Primero dime con quien andas".
ResponderEliminarSaludos, muy bueno.