martes, 14 de diciembre de 2010

Uf

Algo me pasa con el lenguaje, que no está superando mis pruebas de estrés. No sólo 'juro y perjuro'. Mi hermano Jaime no tenía carnet de conducir, lo cual era un mérito poético-bohemio, pero un incordio cotidiano. Ayer aprobó el teórico, y yo, por teléfono, le felicitaba muy alborozado. Dije: "Y como sabes conducir, pues ya  prácticamente tienes el carnet..." Jaime, a pesar de su respeto por mi primogenitura, atajó: "Hombre, prácticamente es justo lo que me falta". Uf, y a mí finura.

3 comentarios:

  1. Yo tengo mis reservas en relación a eso del carnet.
    Conducir un coche es de esas cosas que hace 50 años eran un privilegio y ahora se me antojan una maldición. Como veranear en la playa, vamos. A mí me encanta la playa pero en verano...
    Pero ya que se ha puesto, suerte con el práctico!

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  2. Hola Enrique. Soy Teresa Carrera. Vivo en Oviedo desde hace 10 años.
    Te he seguido algo a través de comentarios en prensa y ahora por tu blog. Me ha hecho mucha gracia el que has escrito hoy sobre el carnet de Jaime.
    ¡Enhorabuena por tu última publicación!
    ¡Ah! ¡Hola, María! Veo que tú también andas por aquí. Os recuerdo a todos con cariño.
    Saludos desde Asturias

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  3. Qué alegría reencontrarte, Teresa. Y veo que ya no vives sólo en Oviedo, sino también eres vecina en la blogosfera. ¡Bienvenida!

    Bueno, María, lo de la playa, si es en el Puerto, y aunque sea en verano, tampoco es para tanto, ¿no? Aunque mejor en primavera, eso sí. Hoy cae una niebla impresionante, y se oyen las sirenas de los barcos y tiene todo un encanto más brumoso.

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