sábado, 9 de abril de 2011
Arranca la primavera
Con la llegada de la primavera, se levanta mucho polvo y cae mucho polen. Mi coche está perdido, lo confieso. No me veo echando las mañanas de domingo limpiándolo con la manguera, pero un mes de estos voy a tener que arremangarme. Mientras tanto, alguien ha dejado un mensaje en el cristal de atrás. He tenido mucha suerte. En vez de un imperativo “Lávalo guarro” o un fisiocrático “No lo laves, siembra papas”, han puesto “Roberto”, un corazón, una flecha y “Julia”. No los conozco, pero es un cartel bien romántico y primaveral, y qué muestra de amor mancharse el dedo así (que da grima) para declarar al mundo el amor. Quizá retrase un poco más (aún) el momento engorroso de la limpieza.
No es nada romántico pero ¿y un túnel de lavado? El agua del Puerto tiene mucha cal y con la manguera te va a quedar regular.
ResponderEliminarGracias, María: veo la luz al final del túnel.
ResponderEliminarLavarlo con la manguera, uh.
ResponderEliminarY perder una mañana en un lugar de lavado, también uh.
¡Ah! pero... ¿los coches pueden lavarse sin que se estropeen?
ResponderEliminar:-O