viernes, 19 de enero de 2007

Apunte

Quieto, callado,
tenso, nos mira el mirlo.
Desconfía del público.
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Sr. Máiquez: Entro aquí, acogiéndome a la moderación de comentarios, para pedirle privadamente una ayudita en relación con la Antología de Langlois, que es que no hay manera de hacerse con ella si no es cogerse el AVE, y una anda fatal de tiempo. Después de recorrerme todas las librerías que pensé que serían sensibles al acontecimiento (Hiperión, A.Machado, Neblí -donde sin embargo sí que encontré hace tiempo el número de D'Ors-)e informarlas detalladamente, parece que el problema está en que la distribuidora, de haberla, no distribuye, y en que los pedidos o no los hacen al lugar adecuado o no se atienden. He mandado un correo (el 13 de diciembre)a la fundación de cultura andaluza rogándoles que me envíen un par de ejemplares contra reembolso o que me indiquen a dónde dirigirme, y tampoco responden. Todos sus amigos lo tienen (desde que estoy pendiente, entro de vez en cuando en su blog-g y veo los comentarios), mientras yo me como las uñas. Ayúdeme, dígame algo, dígales que me lo envíen, que estoy desesperada.

Cotilleando alguna entrada anterior de título sugerente -casi todas-, leí la titulada "traduttore,traditori" sobre las últimas palabras de Juan Pablo II, grande, santo, y poeta incluso en el último suspiro. Me parecieron la modificación desde la fe de las que dice Ariadna en su famoso lamento tan bellamente musicado por Monteverdi, cuando se ve sola y abandonada en la playa. Es genial, convertir el "lasciatemi morire" en "lasciatemi andare".Y el abandono en encuentro.
No me enrollo más, ande, ayúdeme a conseguir el librito. Si envían unos cuantos a Neblí (Troa) me vale.
Un afectuoso saludo y gracias.
Cristina

Anónimo dijo...

Ah! me olvidaba. Realmente "dejadme ir" es una pésima traducción, casi suena a gallo peleón, a "dejadme solo". Yo propongo "permitidme caminar", que pensando en su postración, emociona (al menos a mí), edifica y me parece un gran testimonio final.
Adiós. No se me olvide usted del Langlois, que tiene-tiene-tiene y yo no tengo nada.

E. G-Máiquez dijo...

Querida Sra. B., su comentario me gustó hasta tal extremo que no me lo he guardado para mí. Además, ¿cómo contestarle sin publicarlo? No sé qué pasa con Númenor e Ibáñez Langlois, que no llega a las librerías. Me temo que los amigos que lo tienen es por eso, por amigos a los que he hecho llegar un ejemplar. Por una anacrónica caballerosidad, que usted seguro que no confunde con machismo, me encantaría hacérselo llegar también. No puedo soportar la idea de que se estropee su manicura. Si me manda su dirección postal, prometo no publicarla en esta página.

Y le agradezco que se haya fijado especialmente en aquella entrada papal, completándola con tanto tino.

Anónimo dijo...

A ver si así o de alguna otra manera -ya no se me ocurre cuál- los de la Fundación de Cultura Andaluza se espabilan. De que los libros no lleguen a donde tienen que llegar no tienen culpa ni Langlois ni Númenor ni por supuesto usted.

Aunque ya don Enrique se ha ofrecido tampoco yo tengo inconveniente en enviárselo, doña Cristina.

Anónimo dijo...

"ET SINITE ABIRE"
Querido Sr.García Máiquez: Después de enviarle mi dirección y mi montón de gracias, tengo que volver a aparecer por aquí en plan "donde dije digo, digo que era una tontería". Va por aquello del Lasciatemi morire. Y es que lo primero que se me viene a la cabeza suele ser un desbarre (a veces también lo último). La horrible inmediatez del blog no va conmigo (vaya en mi descargo que no me creía mucho que eso que escribía en la ventanita fuera a parar a ningún sitio).
Ayer escuché en un funeral el evangelio de San Juan sobre la resurrección de Lázaro. Al oir "Quitadle las vendas para que pueda andar", inmediatamente recordé las palabras de Juan Pablo II. Al llegar a casa busqué el pasaje y allí estaban (Jn 11,43-44):
"Haec cum dixisset, voce magna clamavit: Lazare, veni foras. Et statim prodiit qui fuerat mortuus, ligatus pedes, et manus institis, et facies illius sudario erat ligata. Dixi eis Iesus: Solvite eum et sinite abire".
La vida como sepulcro (ligatus pedes...), y Jesús que llama: "Veni foras","Desatadlo y permitidle caminar".
Un Papa cuando se muere no dice cualquier cosa.
Gracias de nuevo por su benevolencia y su generosidad, y gracias también al amable Sr. do Vale.