jueves, 9 de octubre de 2008

Los sueños frágiles

Hace unos meses alguien me dio un disgusto. En realidad, un disgusto muy pequeño, y que las circunstancias hacían comprensible. Tardé dos días (y fue mucho) en disculparle y decirme: "agua pasada". Sin embargo, desde entonces sueño con aquello, adornado con los arabescos propios de las pesadillas. Qué frágiles somos por dentro.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

De cristal. A mí me sucede lo mismo muy a menudo. Gracias por expresarlo tan nítidamente.

Salud.

Tlön

Juanma Suárez dijo...

Qué frágiles..., ¡y qué puñeteros! Lo que nos cuesta perdonar a veces. Tanto es así que hasta en sueños se nos recuerda...

Mery dijo...

Y nadie ha inventado aún un superglú para el alma.
Un abrazo

Adaldrida dijo...

Es que los sueños son muy peligrosos. Ya lo sabes.
Y tu texto es también peligroso, porque se clava.

Anónimo dijo...

Ahora todos tus amigos nos estamos preguntando: ¿Habré sido yo?

Anónimo dijo...

yo soy incapaz de aguantar dos días, las mujeres, en cambio, lo hacen bien...
qué malo eres, co!

E. G-Máiquez dijo...

Gracias por la preocupación, amable anónimo, pero todo está hablado y perdonado. Sólo los recodos de los sueños...