sábado, 29 de noviembre de 2008

Curiosidad del idioma

Q.Q.:

Cuando hago un descubrimiento relacionado con el idioma me gusta compartirlo contigo. Puede que en este caso lo descubierto sea el Mediterráneo, como se suele decir; pero, en fin, ahí va: Un verbo que cambia de acepción según vaya en indicativo o en subjuntivo. El ejemplo: “puedes viajar con quien quieras”, y “puedes viajar con quien quieres”. En el primer caso querer es tanto como elegir; en el segundo significa amar.

Sabía que las palabras, muy orteguianamente, son, como las personas, ellas y su circunstancia; y que, por ello varían de significado según el contexto que las rodea, los gestos, etc. Pero me ha sorprendido que haya un verbo que en el mismo contexto cambie de acepción según el modo en que se conjugue.

Un abrazo,

JMGM

7 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Tenía muchas ganas de daros las gracias monográficamente por vuestros comentarios en general, que suben el nivel de mi blogg, como me recuerdan siempre, en privado y, últimamente, también en público, en las presentaciones: "Tiene buen blog, con un impresionante nivel de comentaristas", precisa el presentador, que es un habitual de aquí. Para eso: nada mejor que cambiar los papeles. Ayer recibí ese comentario que hoy convierto en entrada, y yo me vengo aquí abajo, a asombrarme y a aplaudirlo.

Enrique Baltanás dijo...

Me temo que mi comentario no va a subir el nivel del blogg, pero en fin ahi va: genial. La entrada, el cambio de papeles...

Anónimo dijo...

Yo creo que no es la acepción lo que cambia según pasemos de subjuntivo a indicativo. Es el mismo verbo "querer" el que se presta a esta variedad semántica, no su disposición modal; prueba de ello es que las dos frases susodichas "puedes viajar con quien quieras / puedes viajar con quien quieres" se prestan a la misma ambivalencia semántica comentada en el post, tanto si las presentamos en subjuntivo como si lo hacemos en indicativo: "puedes viajar con quien ames/amas" y "puedes viajar con quien desees/deseas".

Con todo, tengo mis dudas de que la utilización del indicativo en esta correlación temporal sea gramaticalmente correcta. Tendríamos que consultar alguna gramática del español (en referencia a la "consecutio temporum") de la cual yo no dispongo. Lo que está claro es que el indicativo pierde, en este caso, el matiz modal potencial que le atorga el subjuntivo.

¡Menudo rollo he metido! Bueno, sepan (o sabed) ustedes que me encanta este blog. Saludos.

Jaimito

maria jesus dijo...

Mi comentario bajará el nivel, pero vengo a aprender y me ha sorprendido la entrada y alucinado el comentario de Jaimito

Jesús Beades dijo...

Hay un anuncio ahora, de telefonía movil, en que te animan a unirte a su compañía, terminando con un "y llévate el movil que te gusta". En casa hemos hablado de ese inhabitual indicativo, pues lo normal sería "y llévate el movil que te guste". Pero es que el subjuntivo, en este caso, expondría demasiado a la empresa a demandas por publicidad engañosa. Si es el móvil "que te guste" significaría, en castellano, "di cuál te gusta (de todos cuantos existen) y te lo damos". Pero con el indicativo, paradójicamente (pues pensamos siempre más matizado y oblicuo el subjuntivo) se cierra mucho el abanico. Casi es una interesada presunción de que, entre los que te van a ofrecer, está "el que te gusta".

E. G-Máiquez dijo...

Ya te digo, María Jesús. Lo de "Jaimito" supone uno que será recochineo: mejor sería don Jaime.

Y muy fino, como siempre, Beades. Y los publicistas, cómo hilan los tíos. Claro que, a fin de cuentas, son los poetas áulicos del consumismo.

Ángel Ruiz dijo...

Totalmente de acuerdo en lo de los buenos comentaristas en tu blog (por la cuenta que me trae); por ejemplo de esta entrada y los comentarios lo que más me ha gustado es esa definición del último que aportó, eso de que los publicistas son "poetas áulicos del consumismo"