lunes, 24 de noviembre de 2008

Salta la liebre

Los libros de los muertos también llegan a mi buzón. Recibir a tu nombre La Ciudad de Dios de San Agustín, estremece, de emoción más que nada. Otro difunto del que me llega un libro es el poeta de Morón de la Frontera, Alejandro Fernández Cotta (1923-2008). Se titula Campamento de invierno y está publicado en la colección Aldebarán (Sevilla, 1978). Se trata del primer poemario del autor, que se estrenó, por tanto, a los 55 años. Todos los poemas son correctos, pero, de pronto, en la página 42 surge éste, que me parece maravilloso en todos sus sentidos:
.......HECHO CONCRETO
..........................A mi hija Koky

Es cierto:
.................Caen rosas,
rosas sobre mí, aunque no tienen
rosales los balcones.

Y en la calle
no queda ningún árbol, pero entran
ramas verdes por mi ventana y pájaros cantando.

Y estoy aquí, bajo mi techo,
cuando llega la lluvia y me lame.

Y en las sombras
de una noche cualquiera
viene el sol y me toca.

Tú sabes que no miento.

6 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

Sin duda, un poema enorme.
(N.B: A los 55... No hay que perder la esperanza, pues)

Enrique Baltanás dijo...

Bueno, San Agustín no me extraña que te mande un libro, porque como es santo puede hacer milagros, pero, ¿Alejandro Fernández Cotta?
Dato: no conozco a este señor, creo, pero el poema es bueno, sí.

Adaldrida dijo...

sí, es hermoso. Gracias.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Andaba yo detrás de los poemas de este tocayo mío. Pero no encuentro libros suyos en las librerías. Ese poema es muy hermoso.

Aquilino Duque dijo...

Áyer tarde me acordé de él al pasar por un polígono y ver al frente de un establecimiento "Rocío Fernández Cotta". Me dije si sería hija suya. Hoy veo que falleció este año. Debo de tener algunos libros suyos. Fuimos amigos aunque no nos frecuentamos mucho. Me lo descubrió en la Universidad el aun no jesuita Carlos Muñiz. Recemos por su alma. Era un justo.

Anónimo dijo...

Rocio Fdz-cotta es su sobrina y Alejandro Fernandez-Cotta tambien es santo, te lo dice su nieto.