sábado, 2 de febrero de 2013

Rosebud


Cuando cualquiera te da su clave secreta para entrar en cualquier servicio de internet no puedes evitar un intenso entramado de pudores. Por una parte, su confianza, como es natural, pero por otra, su clave secreta, textualmente. Por un complejo de razones —el contagio del secreto, la necesidad de la memoria, cierta ironía, un resabio de la infancia que busca la palabra mágica que abra la cueva mágica…— la contraseña no abre sólo la cuenta de correo o la de Amazon. Quién sabe lo que significaría "Rosebud", pero seguro que era la contraseña de Charles Foster Kane en Gmail. 


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