viernes, 14 de noviembre de 2014
Equivalencias
Se pelean mis hijos por la toalla que usarán para salir del baño. Les digo: da igual qué toalla, no vale vuestras lágrimas. Y veo, de golpe, que buena parte de la educación moral es comprender que tantísimas cosas dan igual. Y que eso no tiene nada que ver con la indiferencia sino con la poesía. Octavio Paz tiene páginas muy encumbradas sobre la metáfora como la clave de todo. Lo es porque atisba la equivalencia universal. No, no os asustéis: no les hablo a mis hijos de una equivalencia pseudo pbudista, sino lírico-estoico-humorística.
Ya metido de lleno en las equivalencias recuerdo la gracia que me hace un defecto lingüístico de Corina. Cuando viste a Quique, para convencerle, le quiere decir "Ponte esta camisa, como papá", pero le sale: "Ponte la camicha, com papá". Convierte una comparación en una compañía y, a su manera, está diciendo lo mismo que Octavio Paz. O más.
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