martes, 3 de febrero de 2015

Quien no celebra no merece vivir


Ha llegado a mis manos un inédito, que dejará de serlo pronto, D.m. Y los privilegios (lo es en toda la extensión de la palabra) son para celebrarlos y compartirlos. Hablo de los aforismos de mi desconocido amigo Ander Mayora, y vienen reunidos en un libro de muy dulce título: La clemencia del tiempo.


Cuanto menor es el espacio de lo vendible, mayor es el lugar de lo santo.
*  
Reconocer una única aristocracia: la aristocracia de la alegría.
* 
quien no celebra no merece vivir.
*
El perdón no se pide, se gana.
*
La exageración es la condición sine qua non de la literatura.
*
La lucidez impide la novela.
*
Provocadores oficiales, los payasos de la televisión se empecinan en una transgresión subvencionada que sólo pone en cuestión la epidermis de los tópicos y los lugares comunes.
*
Las autodeterminaciones son, en última instancia, un absurdo. Aceptando el derecho, ¿cómo evitaríamos que nuestra cabeza se autodeterminase de nuestro cuerpo? La verdadera autodeterminación es el suicidio.
*
Todo castillo lo es de arena.
*
Hay algo que sitúa al conformista infinitamente por encima del contestatario: su capacidad de vivir como piensa.
*
La plenitud, ansiolítico de los místicos.
*

La realidad no es real, es religiosa.



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas objeciones se me ocurren, ante la lectura de estos aforismos; pero me limitaré a una sola. ¿De veras "la lucidez impide la novela"? ¿Es en serio lo de que Cervantes, Galdós, Proust o Dostoyevski sólo pudieron hacer lo que hicieron porque no eran lúcidos? Pues oiga, uno, modestamente, se apunta a la falta de lucidez.

Anónimo dijo...

Si "la exageración es la condición sine qua non de la literatura", el aforismo es el colmo de la exageración. Quizá esto explique lo de la novela, Anónimo
Jilguero.

Anónimo dijo...

Será eso. Quizá valdría más haber dicho, entonces, que la lucidez impide, o por lo menos dificulta seriamente, ciertas exageraciones, aunque sean aforísticas, ¿no?

Anónimo dijo...

Este anónimo puntilloso debe de pensar que los aforismos aspiran a descubrir la verdad.

Anónimo dijo...

No sé si debo pensarlo; lo que sí sé que pienso es que un aforismo no debería ser manifiestamente erróneo.

Anónimo dijo...

Erróneo ¿con arreglo a qué? ¿A tus ideas personales sobre las cosas?

Anónimo dijo...

Veo que mi tocayo no ha leído mi primera nota, o acaso no la ha comprendido. En ella tiene la explicación que pide.

Anónimo dijo...

Quizás el que no la comprendió fue usted cuando la escribió. Pero aquí va otro aforismo “erróneo”: “El arte es la anotación nítida de una impresión equivocada. La anotación nítida de una expresión exacta se llama ciencia”. Este es de Fernando Pessoa.

Anónimo dijo...

Lo dejo; mi tocayo se ha empeñado en que yo lea el aforismo de que tratamos tal como él, al parecer, lo lee, sin que le entre en la cabeza la posibilidad de que nuestras lecturas sean tan diferentes como legítimas. Y yo no sé ya cómo explicárselo. Renuncio, pues.