martes, 27 de febrero de 2018

Canción de invierno


CANCIÓN DE INVIERNO 

¡Castañas asadas 
al rojo carbón! 
(Y tú bien pegada 
a mi corazón...)







Estoy muy contento con esta traducción de Mario Quintana, pero no sé si vale. Os pongo el original para que [me] juzguéis.


Canção de inverno 

'Pinhão quentinho!
Quentinho o pinhão!'
(E tu bem juntinho
Do meu coração...).

[Do livro Canções, p. 44 - Editora Globo, 2005]

19 comentarios:

Pablo M dijo...

Pretender mantener la rima al traducir poesía no es, no puede ser nunca, una buena idea.

El curioso parlante dijo...


Claro que vale tu traducción. Un verdadero poeta que traduce a otro poeta tiene (casi) todos los derechos.

Yo te propongo una más cercana al original:

El piñón tostado.
Tostado el piñón
(Y tú muy al lado
de mi corazón).

E. G-Máiquez dijo...

No sé lo de la rima. Habría que preguntarle a fray Luis. Yo creo que la rima no es un elemento accidental del poema original, sobre todo de determinados poemas. Sí es cierto que es una dificultad grande.

Me encanta la versión. Lo que me preocupa es si ese "piñón tostado", mucho más cercada al original, mantiene la sensación de calor que tranmiste "quentinho". Y que para nosotros es mucho más natural e invernal la castaña asada. El tercer verso de tu versión es infinitamente mejor que el mío.

João Filho dijo...

Muito boa a sua tradução. Sem rima o poema de Quintana perde força poética.

El curioso parlante dijo...

Es evidente que en España se asan muchas más castañas que piñones (yo no he conocido a nadie que asara piñones, mientras que aún recuerdo el aroma extraordinario de las castañas que nos asaba mi abuela sobre su cocina de carbón cuando éramos pequeños). Como siempre en cuestiones de traducción hay que escoger entre el sonido y el sentido. Y una cosa que nunca he comprendido es que los traductores de poesía (que para mí deben de ser necesariamente poetas) no den 2 o 3 versiones de cada poema, en lugar de una sola. Podrían publicar sistemáticamente por lo menos una versión literal y otra "musical", que renuncie a la literalidad estricta y privilegie la belleza. El lector podría así hacer una idea más exacta del original. Para mí tanto tu versión como la mía son válidas y podrían publicarse juntas al lado del original. Y luego que cada lector decidiera cuál le gusta más.

En cualquier caso, te regalo la mía, pues a pesar de haber vivido mi infancia y adolescencia muy cerca de Galicia y de haber tenido amigos que hablaban gallego entre ellos, no leo el portugués y nunca osaré traducir de esa lengua.

El curioso parlante dijo...

@ Pablo M

Conservar la rima en una traducción puede ser una gran idea, si quien lo hace es un gran poeta, como el gran Fray Luis, que cita E.G.M, o Quevedo cuando hacía versiones de sonetos italianos. Y una canción traducida sin rima daría un texto sin el mínimo interés, dado que las canciones están hechas más para ser cantadas que para ser comprendidas.

La solución, una vez más, es hacer dos versiones: una literal sin rima y una menos literal con ella.

Jesús dijo...

Enrique, yo creo que la indecible ternura y recogimiento de los diminutivos "quentinho" y "juntinho" se pierden un poco en tu traducción. Pero encuentro francamente difícil trasladar esa entrañable sonoridad brasileña al castellano.
Un abrazo.

El curioso parlante dijo...

Mi respuesta a la de EGM se ha perdido en los limbos de internet. Era ésta:

Es evidente que en España se asan muchas más castañas que piñones (yo no he conocido a nadie que tostara piñones, mientras que aún recuerdo el aroma extraordinario de las castañas que nos asaba mi abuela sobre su cocina de carbón cuando éramos pequeños). Como siempre en cuestiones de traducción hay que escoger entre el sonido y el sentido. Y una cosa que nunca he comprendido es que los traductores de poesía (que para mí deben de ser necesariamente poetas) no den 2 o 3 versiones de cada poema, en lugar de una sola. Podrían publicar sistemáticamente por lo menos una versión literal y otra "musical", que renuncie a la literalidad estricta y privilegie la belleza. El lector podría así hacerse una idea más exacta del original. Para mí tanto tu versión como la mía son válidas y podrían publicarse juntas al lado del original. Y luego que cada lector decidiera cuál le gusta más.

En cualquier caso, te regalo la mía, pues a pesar de haber vivido mi infancia y adolescencia muy cerca de Galicia y de haber tenido amigos que hablaban gallego entre ellos, no leo el portugués y nunca osaré traducir de esa lengua.

Francisco Javier Jiménez dijo...

Don Enrique, su traducción es ya, para mi gusto, una canción preciosa. Si acaso, le pongo aquí –por si estima considerarlas– dos variantes que "se me han venido encima", casi de inmediato, a propósito del tercer verso:

(Y tú arrimadita

o bien:

(Y tú bien juntita


Un saludo cordial,
Francisco Javier Jiménez

E. G-Máiquez dijo...

"Arrimadita" recogería muy bien esa ternura de la que habla Suso Ares Fondevila. Se me escaparía la rima.

Me encanta, Curioso Parlante, que observe como yo el problema "piñón". Y le agradezco lo indecible que me regale su versión, que tengo enormes tentaciones de usar. Comparto también su idea de la "doble" traducción. Quizá el problema sea tipográfico. En algunas ediciones de haikus, que sí la han usado, y se agradece, se crea gran confusión en la página.

¿No sirve, pregunto ilusionado, la cercanía entre las dos lenguas para que la versión original haga las veces, apoyada por la poética, de versión literal?

El curioso parlante dijo...


¡ Qué más quisiera yo que valiera "la cercanía entre las dos lenguas para que la versión original haga las veces de versión literal" ! El problema es que yo tuve que mirar en el tan práctico Traductor de Google lo que significaban realmente las palabras "pinhão" (que se parece a "piñón" cuando se conoce su significado) y "quentinho" (que para mí no tiene ningúna relación con alguna palabra española) porque no se deducían directamente de la traducción.

Y aquí estamos hablando de una traducción de una canción de 4 versos hexasílabos. Pero ¿y los grandes poemas? Para saber lo que dice realmente Hölderlin, por ejemplo, en uno de los suyos, cuando no se sabe alemán, como es mi caso, yo miro, si puedo, traducciones en francés, inglés, italiano y español. Y leo en cada una de ellas un poema diferente, a veces sorprendentemente diferente. Si la doble traducción, literal y literaria, fuera una costumbre universal, podríamos saber por lo menos qué es literal y qué interpretativo en una traducción.

No sé si me explico.

En cualquier caso, yo eso lo he visto en un libro de no sé qué traductor francés a propósito, precisamente, de un poema célebre (y relativamente breve) de Hölderlin, "Hälfte des Lebens" (Mitad de la vida) del que daba tres versiones posibles diferentes (de ese poema existen por lo menos 4 traducciones en español, entre las cuales la de Cernuda, con diferencias notables).

E. G-Máiquez dijo...

Vamos a tener que firmar mi nueva traducción de Quintana a medias. Es muy probable que al final opte por tu traducción y luego pensaba decir eso de que la cercanía con el portugués me daba más margen para hacer versiones más libres, pero quizá lo omita. Gracias por el aviso.

Anónimo dijo...

Sólo un mínimo comentario: a mí me parece deseable que una traducción poética sea hecha por un poeta. Pero deseable no quiere decir imprescindible; y, por poner un solo ejemplo, la versión de los sonetos de Shakespeare que prefiero (y conozco unas cuantas) es la de Manuel Mujica Láinez, que nunca pretendió ser poeta, y que no tiene más defecto que el de ser parcial (incluye solamente 49 de los 154 sonetos). Pero es espléndida (y no soy el único en pensarlo).

E. G-Máiquez dijo...

Vaya. Qué suerte he tenido con el último comentario, con el que estoy de acuerdo, naturalmente. Pero siempre había buscado esa traducción de Mújica Laínez con muy mala fortuna. Incluso, creo, recordar, compré iuna por internet que no me llegó. Ahora veo que está en Visor y muy barata. Mil gracias.

E. G-Máiquez dijo...

Vaya. Qué suerte he tenido con el último comentario, con el que estoy de acuerdo, naturalmente. Pero siempre había buscado esa traducción de Mújica Laínez con muy mala fortuna. Incluso, creo, recordar, compré iuna por internet que no me llegó. Ahora veo que está en Visor y muy barata. Mil gracias.

El curioso parlante dijo...

@ Anónimo

Que Múgica Láinez escriba en prosa y no haya pretendido ser poeta, no significa que no lo sea. La prueba de que lo es la das tú mismo: su excelente traducción de los sonetos de Shakespeare en endecasílabos con frrecuencia muy bellos.

Cuando asedien tu faz cuarenta inviernos
y ahonden surcos en tu prado hermoso,
tu juventud, altiva vestidura
será un andrajo que no mira nadie.

Y si por tu belleza preguntaran,
tesoro de tu tiempo apasionado,
decir que yace en tus sumidos ojos
dará motivo a escarnio o a falsías.

¡Cuánto más te alabaran en su empleo
si respondieras: “Este grácil hijo
mi deuda salda y mi vejez excusa”,
pues su beldad sería tu legado!

Pudieras, renaciendo en la vejez,
ver cálida tu sangre que se enfría.

Anónimo dijo...

Bueno, todo depende de cómo cada uno quiera entenderlo. Pero el razonamiento mismo es discutible, y Aristóteles no lo hubiese dejado pasar. "Sólo puede traducir poesía (bien) un poeta". "Pero Mujica (no "Múgica") Láinez mo lo era, y su traducción es buena". "Si su traducción es buena, es que era poeta". En resumen: debe traducir poesía quien pueda traducirla bien, que si lo hace, aunque en su vida haya escrito un verso, le llamamos poeta y asunto arreglado. "Pero eso es un juego de palabras". "La literatura también, además de otrass cosas". Y etcétera.

Anónimo dijo...

"Piñón calentito,
calentito el piñón"
(Y tú muy juntito
de mi corazón...)

Anónimo dijo...

O

"Piñón calentito,
calentito el piñón"
(Y tú al ladito
de mi corazón...)