pero todos se hacían a la torre,
la torre los hacía semejantes.
Cierta vez fue ocupada por un hombre
que no gustaba de la acción guerrera;
llenó de libros los desnudos muros
e hizo llevar al sótano las armas.
Aquel hombre creía ser un sabio,
creía que los sabios eran justos
y dictaba sentencias comedidas.
Pero dentro del hombre había un monstruo.
Julio Martínez Mesanza
11 comentarios:
Precioso poema, del que necesitaré unas sesenta lecturas más para llegar a sacarle todo el jugo.
La imagen de la torre me recuerda poderosamente a Yeats, que pasó una buena temporada de su vida viviendo en una y que habló a veces de ella en términos similares.
Y, siempre, el ser humano en su autosuficiente -pero limitadísima- sabiduría, desproveyendo a las cosas que estaban ahí mucho antes que él de su identidad y su naturaleza para reafirmar la suya propia; ¿acaso no hay dentro de todo hombre un monstruo pugnando por hacerse hueco? Al fin y al cabo, todos tenemos nuestros pequeños "dinosaurios", como los llamaba Augusto Monterroso -aunque él le atribuyera una significación un poco distinta, creo que como imagen valdrá-.
Felicidades por la elección del poema, Enrique. Así da gusto venir aquí a diario, si es para encontrarse con estas joyas.
No lo entiendo, que yo sepa Zapatero no lee nada, es un perfecto ignorante; ni siquiera colecciona libros: basta leer sus discursos (comentarios pertinentes en www.arcadi.espasa.com)
Hombre, Arp, todos salen mejorados en los poemas: la poesía es misericordiosa, incluso en los epigramas.
Los libros de ZP son los de Suso del Toro y los de autoayuda cósmica que regala a sus ministras por Navidad.
Y los libros a los que se refiere el poema de JMM, que no está obviamente escrito pensando en ZP , son los de la Ilustración y ahora los de la retórica buenista.
Eddie, el mérito de la entrada de hoy es de Zapatero, como ha visto el muy sagaz Arp a pesar de la referencia a los libros, que ciertamente despista. Los últimos movimientos del presidente me han hecho recordar este poema de JMM.
Aunque el poema se escribió con un trasfondo político-cultural, tu lectura se lleva el poema a los terrenos interiores, y eso hablando de poesía nunca está de más.
cubrió de PÓSTERS los desnudos muros
"llenó de películas de Almodovar los desnudos muros
e hizo llevar al sótano las armas, excepto las de ETA;
Más allá de libros, posters, acciones guerreras y lo que sea, esta parte:
Aquella torre tuvo muchos dueños;
pero todos se hacían a la torre,
la torre los hacía semejantes.
y sacando lo de "dueños", podría ser muy interesante para reflexionar sobre la unidad de la Iglesia. La necesaria unidad para ser Iglesia.
Podemso pensar en papas pero también en obispos, curas, religiosos y laicos. Todos debemos hacernos a la torre que nos hace semejantes.
Para no caer en lo que dice el señor Eddie: desproveyendo a las cosas que estaban ahí mucho antes que él de su identidad y su naturaleza para reafirmar la suya propia.
Saludos.
Me gusta el adverbio, eddie, "poderosamente" Me recuerda a Newman en Perder y Ganar, cuando Charles Redding, a punto de volverse católico, corre por los prados cantando, oh Madre! Madre poderosa!
La Iglesia no es un poder que "nos hace semejantes", sino un Sacramento, un signo que nos recuerda y comunica el amor del Padre Eterno. Que nos quiere diferentes, y que nos queramos diferentes.
Y siguiendo con las imágenes, en este caso platónica. La Iglesia Militante es un espejo que refleja el Rostro del Padre. Un espejo pequeño, medio roto y muy, muy sucio.
Séase grande o no, sobrar o faltar palabras es ya un tema personal. Y no depende más que de uno mismo.
Muy buen poema....
Saludos...
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