sábado, 3 de noviembre de 2007

Diagnóstico

Pesimismo, tedium vitae,
angustias, dudas, vacío...
¡y era un principio de gripe!

18 comentarios:

Adaldrida dijo...

Ay, como lo mío... atchum!!!

Escoliasta dijo...

No se descuide, son los misterios hondos de la carne espiritual que somos. El hastío puede empezar manifestándose como debilidad o principio de gripe. La enfermedad es, siempre, un misterio abismal.Un estornudo y apenas logro contener el pánico. ¿Qué decir cuando el estado cotidiano es de salud?, imagínese el vendaval de alegría. Entre sus referencias a Jünger hallé hace tiempo una que vendría bien a este lugar. No me atrevo a reproducirla de memoria, una evocación de la auténtica "Salus".

Salud.

Anónimo dijo...

A mí aún no me ha alcanzado, pero me ronda, me ronda. A ver si consigo zafarme. ¡Que os mejoréis!

E. G-Máiquez dijo...

Qué comentario tan de agradecer, mi actualísimo amigo "a día de hoy". Prometo no descuidarme en lo de la auténtica "Salus".

Juan Manuel Macías dijo...

Hay que tener cuidado con las corrientes.

Veo con gusto que en Poesía Digital han rectificado. Me alegro.

Agus Alonso-G. dijo...

Ja, ja. Si la eutanasia estuviese legalizada quizá más de uno la pediríamos en plena gripe. La pesada losa de algunos presentes.

Anónimo dijo...

Pues sí, largo principio con ese no se sabe qué tan fatal, largo medio febril y cabezón cuando ya da la cara, y el final que no acaba de llegar.
No es por desanimar, que ca'uno es ca'uno. Era sólo un desahogo.
De todos modos, ánimo, paciencia (también para Leonor) y mucho zumo de naranja.

Corina Dávalos dijo...

qué bueno!! una migagita de realidad, tu poema.

Anónimo dijo...

¡Casi ná lo del ojo!

Anónimo dijo...

Ánimo, una gripe dura una semana o como mucho siete días.
Estoy intentando recordar quién dijo aquello de una envidiable mala salud de hierro.

Anónimo dijo...

Mucho ánimo con el tedio, la fiebre y las ganas de nada.

Nadie dijo...

Recupérate pronto, Enrique, que no se diga que unos bichillos de ná nos pueden.

Juan Manuel Macías dijo...

Por cierto: caliéntese leche y añádase una buena copa de coñac o brandy (según denominación de origen). No cura la gripe, pero está de rico. Y vahos con hojas de eucalipto y albahaca. Mano de santo. A mejorarse.

Anónimo dijo...

Manupé: lo de mala salud de hierro es de Joaquin Sabina

Juan Ignacio dijo...

Si el cuerpo pide un alto, no hay que ser sordo a sus reclamos.
¡Que te mejores!

Juan Vico dijo...

Mucho antes de Sabina, Anónimo, lo dijo alguien (creo que Neruda) en referencia a Aleixandre...

Ánimo, Enrique.

Benita Pérez-Pardo dijo...

Lo mismo le ha pasado a mi hermana!!!.

Lo bueno de la gripe es que se lee tranquilamente.

Anónimo dijo...

Pero estoy viendo que en este blogg hay una epidemia...Yo también, toda la semana pasada, y también mucho hastío y lo demás. Es que eso de estar hirviendo los ojos y la cabeza le hace a uno sentirse muy crepuscular, vaya. Algo así como Nietzsche en su rincón.