viernes, 12 de septiembre de 2008

Décimas

Zapatero ha acudido al Parlamento a proclamar que no tiene medidas para la crisis (cuando las medidas son de infarto, 90-60-90, podríamos decir para animarnos un poco el subconsciente), pero que se apresura a traernos esperanza, no a la Aguirre, por supuesto, sino la tercera virtud teologal, dicho sea con perdón. Yo me he acordado de una décima de Nicolás Guillén, poeta cubano de la color de Obama, aproximadamente. El gran vate popular cantó a la patrona de la isla por guajiras así:

Virgen de la Caridad,
que desde un peñón de cobre
esperanza das al pobre

y al rico seguridad.
En tu criolla bondad,
oh, madre!, siempre creí,
por eso pido de ti
que si esa bondad me alcanza,
des al rico la esperanza,
la seguridad a mí.

Décima que para nuestro país laico, aconfesional y anticlerical tendríamos que traducir de la siguiente manera:
Oh, Zapatero, que das
la confianza que te sobra
a los pobres y a las pobras
y al PSOE seguridad.
En tu talente y bondad,
ZP, nunca creí,
pero si eres bueno y si
esa tu bondad me alcanza,
da al PSOE la confianza,
la seguridad a mí.
Releo las dos versiones y, qué quieren que les diga, me quedo con la de Nicolás Guillén. Soy tan recalcitrante que prefiero acogerme —antes que a lo que Zapatero me prometa— a lo que la Virgen de la Caridad quiera darme en su criolla bondad. Aunque también, quizá, porque hablar de décimas con esta crisis de fiebres amarillas es quedarse muy corto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos, Sr. García-Máiquez, no sea Usted tan modesto, que su décima no desmerece en nada de la de Nicolás Guillén y tiene toda la intención y habilidad del mundo... Curioso que tras andar un tiempo sin asomarme por aquí encuentre precisamente la´décima de Nciolás Guillén y la suya... Un cordial saludo. ESPINELETE

E. G-Máiquez dijo...

Qué curioso, Espinelete... Y luego hay quien dice que la casualidad existe. Vayan estas décimas por usted. Todavía me acuerdo de la que usted le dedicó a Lord Cherterfield y me parto de risa.

Nodisparenalpianista dijo...

Fíate y no corras.

Juan Ignacio dijo...

Infaltable la sonrisa al leer la tercer línea...

Jesús Sanz Rioja dijo...

Me quito el cráneo, una vez más. Yo que tú se la mandaba a Rajoy.