lunes, 8 de diciembre de 2008

La batalla de Lepanto

No, no asustaros, que ya sé que la batalla de Lepanto fue el día de la Virgen del Rosario y no el de la Inmaculada. Hoy es día de primer aniversario, lo recuerdo. Lo de Lepanto es porque tengo el cuerpo ligeramente cortado y no estoy para nada, nada. O solamente para acordarme obsesivamente de Cervantes, que con unas fiebres serias se empeñó en dejarse la piel (y la mano) en la mayor ocasión que vieron los siglos. También me acuerdo de mis enfermos conocidos que llevan lo suyo con mucha más gallardía que yo mi pequeño corte de cuerpo. Qué valientes todos, uf.

2 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

Nada, Enrique: una buena manta, un buen libro y a mal tiempo, buena cara. Que te mejores, pues.

Jesús Beades dijo...

Como alivio para los catarros, el vino caliente y los interiores con vaho y chimenesa de los pobres de Dickens. Canción de Navidad sería estupendo. (Tomése cada cuatro horas, o todas las dosis juntas si apetece).