El narcisimo te obliga a estar muy pendiente de las mínimas turbulencias en el agua del río donde uno se mira, que son las miradas de los demás. Por eso me di cuenta que lo que más o lo único que impresionó de verdad a nuestra ilustre visitante fue la pila de inéditos (todos muy bien impresos y anillados) y éditos que me habían mandado los amigos, conocidos y saludados y que esperan en un impaciente rincón a ser leídos y, sobre todo, contestados. Por lo demás pasó imperturbable, pero ahí se estremeció de compasión por mí. En realidad, no es tan malo como parece, ni mucho menos. Algunos de esos libros no los habría leído jamás de no mediar el amable envío. Mi tío Francisco Torres Oliver ha traducido para Alianza Editorial Relatos de fantasmas de Edith Wharton, y yo que leo pocos relatos, que paso de fantasmas y que no me sentía especialmente atraído por Wharton, estoy ahora literalmente deslumbrado, pasmado. "Karfol" es inmejorable. Gracias mil.
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1 comentario:
Uf, la verdad es que casi siempre son un tostón los inéditos de los saludados y conocidos. Los amigos son otra cosa. Así que me apunto al asombro, y la compasión, de la visitante. En fin , acaso compense la sorpresa y la gratuidad de tanto libro.
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