jueves, 8 de septiembre de 2011

Contestación a un comentario de BB

Efectivamente, BB, un componente indudable del hipotético género blogg, además de su periodicidad y su relativa brevedad, es su condición de tertulia. Tanto es así que hoy me he pasado la mañana lamentando no haber escrito una entrada sólo por la pena de no oír o, al menos, esperar vuestras voces. He llegado a preguntarme si no valdría una entrada en blanco para empezar la conversación... En esas, llegó tu comentario, justo ése, a una entrada atrasada, y todo arreglado. Telepatía en la blogosfera, podría haberse titulado esto si no quisiera destacar, más que lo paranormal, lo maravilloso de que estemos aquí, de charleta. 

12 comentarios:

NGG dijo...

Muchas veces, en el último momento y creo que no seré el único, decido no pinchar en "publicar comentario" por pudor, temor, vergüenza...llámalo como quieras, pero es difícil para un "no escritor" dialogar con profesionales, me veo en manifiesta inferioridad.
Ahora mismo ando con un comentario que no termino para la entrada de Javier Navascués sobre un amigo que está en coma.

Marcela Duque dijo...

¿Cómo no comentar una entrada como esta? Aunque en realidad no tengo más que añadir mi adhesión a BB y, como otra veces, mi agradecimiento por ese buen ambiente, así, de charleta, que solemos encontrar en este blogg (aunque muchas veces no digamos nada).

Juan Antonio González Romano dijo...

Desde luego, son muchas las entradas de blog que nos han deparado momentos de intercambio interesantísimo. Luego está lo de siempre, el tiempo en los talones, que no nos deja que mantengamos la justa correspondencia que, como autores de blog, a veces deberíamos. Y otra cosilla más: es frecuente que una nueva entrada sepulte una tertulia aún viva en una entrada anterior. Si a veces da pudor, como se ha comentado, dejar unas palabras en la última entrada, mucho más en una anterior. Por ejemplo, qué bueno el artículo de La Gaceta. Un abrazo, Enrique.

nachogrosso1 dijo...

Así es, muy bueno. Por cierto, ya que estamos de charleta y buen ambiente, dele recuerdos a su vecina y recomiende la última entrada de Ridao.
Saludos

E. G-Máiquez dijo...

NGG, me ha conmovido mucho tu comentario en casa Navascués. Veo manifiesta tu superioridad, admirable en estos momentos, que son los que cuentan.

Y muchas gracias al resto por la gustosa compañía. Y sí, querido JA, a ver si le metemos un gol de tacón al tiempo que llevamos en los talones, y nos vemos pronto...

Anónimo dijo...

Muchas gracias Enrique por tu contestación, a lo grande. Entiendo tu calificación de charleta, pero únicamente en lo que de familiar y entrañable tiene este blog(g) y que facilita que meros aficionados nos lancemos a dar nuestra opinión; pero a mí, con frecuencia, me ocurre lo que a NGG... tal y como lo describe. Un abrazo. BB

Unknown dijo...

Al hilo de pudor, temor, vergüenza, después de leer la entrada de hoy (13/9) de Rayos y truenos, imaginaos mi vergüenza de responder, siendo un extranjero que todavía no ha llegado a dominar el idioma. La última vez que comenté, escribí en inglés para no cometer errores de gramática, ortografía y uso que, si errores eqivalentes surgieran en inglés, me podrían llegar incluso a ofender. De todas formas, me voy a lanzar en castellano.

Es verdad lo que dijo Juan Antonio que “es frecuente que una nueva entrada sepulte una tertulia aún viva en una entrada anterior”. Creo que la gran mayoría de los blogeros, incluso aquellos que intentan algo próximo a la literatura, escriben con demasiada frecuencia. Escriben por escribir. Si un blog es una tertulia de verdad, un blogero no sólo debería invitar y responder a los comentarios, sino debería dar la charla, cuando esté excepcional, gran protagonismo, un protagonismo por delante de la siguiente entrada que casi siempre no perdería nada por esperar. Agradezco la oportunidad de participar en esta charla, ya sea sepultada o no.

E. G-Máiquez dijo...

Gracias, JJR, por el esfuerzo (que apenas se nota) de escribir en español. Hay muchas razones para no dejar la entrada mucho tiempo, y una de ellas es, justamente, que parece que te quedas esperando los comentarios de la gente. Como tienes razón en lo que dices, yo creo una solución es la suscripción de comentarios por correo: así la conversación sigue viva para los interesados en un aparte.

Unknown dijo...

E, tu comentario que “las entradas ordinarias empujan a las entradas extraordinarias” es una idea sobre la que me merece la pena reflexionar. He tenido la experiencia que los libros extraordinarios de un escritor convierten sus libros ordinarios en algo más que serían sin tan excepcional compañía. Podría funcionar así con las entradas de un blog también. Pero creo que lo que quieres decir es lo contrario. Muchas veces leo una entrada de un blog y pienso, “Esta es la idea que llevaría a la idea que llevaría a la idea que sería realmente interesante, si el autor hubiera pensado y trabajado más en la entrada”. Pero quizás esta idea realmente interesante me espere en las entradas venideras de ese mismo blog.

E. G-Máiquez dijo...

Así es, y el bloguero ha de intentar alcanzar hasta donde buenamente pueda; pero no es poca cosa que la entrada lleve al lector inteligente a presentir la idea verdaderamente interesante, ¿no?

Unknown dijo...

E, ¿has tenido alguna vez la experiencia que alguien, al leer una obra tuya, te dijo que no funcionaba y después te dijo por qué? Presientes que este lector lleve razón en cuanto al que la obra no funciona, pero que no haya acertado con el porque. Quizás la crítica te hayas ayudado porque ha confirmado lo que sospechabas, pero a fin de cuentas es una crítica decepcionante, porque no te ha puesto en el buen camino tanto como habría hecho una crítica más experta.

Pues, me pasa igual cuando leo algo, escrito por un buen y a veces excepcional escritor, que no está bien trabajado y pensado. Sólo presiento, porque he leído otros textos de este mismo escritor, que esté reflexionando sobre algo que, si hubiera hecho justicia al tema, si hubiera llegado más lejos en su reflexión, con trabajo y autoexigencia, probablemente me habría ampliado de miras. Esta experiencia me es aun más decepcionante que la crítica no experta, porque en este caso, el autor está decepcionando por culpa de pereza, ya sea física, psicológica, intelectual o moral. De los mejores escritores, espero que me lleven a donde no podría haber llegado solo. Si no quieren dedicar el esfuerzo, tiempo y alma requeridos para hacer esto, prefiero que se queden en silencio. Escribo todo esto, reconociendo que llevas razón: en cuanto a los blogs, tengo que tener más paciencia y no exigir tanto de cada entrada.

Unknown dijo...

Enrique,

I finally got around to reading “Con el tiempo.” It’s a beautiful, wise and moving book. I will go back to it again, perhaps many times, both for the clarity of the language and for the clarity of the insights. You say in “Selva oscura”: “Las retorcidas/ ramas buscando clari-/ dad. Como yo.” Well, your headstrong (and heartstrong) search has not been in vain.

It’s hard to pick a favorite, there are so many that I could choose, depending on the moment I’m living, but perhaps “Definiciones” for the stubborn and defiant joy of it. Or perhaps “De cine” for its deep, deep wisdom so lightly and casually expressed, or perhaps “El llanto de una niña sostiene las constellaciones” for putting at the center of our material world exactly what I believe should be at the center of our material world.

My favorite line in the book comes at the end of your poem about Christ, “Perfecto hombre”: “Una vez escribió, y lo hizo como todos,/ sobre la arena.”

There’s only one poem that I don’t think lives up to the rest: “La vocación”. If prose is easy for you (and I suppose by this you mean the prose you write for the newspaper), it’s because you don’t give it the respect it deserves. And if your prose writings are what attract the most readers, then this lack of respect makes even less sense. Why disparage one genre to write an ode to another?

And one other critique if you’ll allow me: “Icono” would be a perfect poem without the first four lines and the last two. Mentioning O’Connor and Twardowski detract from the poem. You obviously don’t need to be either one of them to write a beautiful poem about the moment, and you know that, so mentioning them the way you have sounds like false modesty rather than a gesture of respect.

Perhaps you can tell me how I can get my hands on “Lo que ha llovido.” There’s no bookstore in Seville that seems capable of ordering it for me. Is there a bookstore in Cadiz that has it in stock and therefore I can order it from?

Good news on my end: Editorial Confluencias, a publishing house in Malaga/ Almeria has just published my book, ¿Qué pinto yo aquí? Un neoyorquino en la ciudad de nunca jamás. I’m hoping and praying that the book entertains and sells while managing to propagate the Faith in a humble and understated way.

Cheers,

JJR

P.S. A final anecdote about “Con el tiempo.” My mother bought it for me for Christmas. She doesn’t know a word of Spanish but somehow managed to order it for me through Amazon.es. Her spirit is my spirit, just like your mother’s spirit is your spirit. Part of my vocation, and I’m willing to bet that a part of yours, is to make that spirit live somehow in the written word.