jueves, 1 de septiembre de 2011

Pistoletazos

Vaya salida para la carrera de este curso. Me llaman: se acaba una colaboración muy rentable que tenía; recibo la carta de una conocida donde cuenta que prescinden de ella (temporalmente (ojalá)) en su editorial, pongo las noticias y hablan de más horas para los profesores de secundaria y más vigilancia de la inspección. Miro por la ventana... ¡y llueve! Menos mal, la lluvia ha sido siempre un gran consuelo y una fuente de felicidad. El curso promete y, a la vista de lo que promete, esperemos que haga como en los años precedentes y no cumpla. 

4 comentarios:

Mora Fandos dijo...

Coincido con tu adicción a la lluvia. Será, en parte, porque está por encima de todas las cosas.

Kris Kelvin dijo...

Ánimo; al final, no siempre escampa.

Kris Kelvin dijo...

Ánimo; al final, no siempre escampa.

Ignacio Trujillo dijo...

¡Ánimo! Que eres el mejor. Y lo de la lluvia tiene su poesía y todo eso... pero no sé que hacer con los niños que me tienen frito...