lunes, 12 de septiembre de 2011

Ritmos


Comenta Mora-Fandos que para él el año comienza en septiembre, mientras que lo del 1 de enero le parece puro trámite. Se nota que es o fue profesor, aunque esa sensación, después de las vacaciones de verano, las tenemos todos con mayor o menor intensidad. Yo –se me nota la docencia también– veo como él que el cambio fuerte es cada septiembre, en efecto, pero no minusvaloraría el fin de año oficial. Juegan juntos a crear los ritmos de los años, como en un poema el ritmo del verso y el de la frase, distintos y entrecruzados gracias a los encabalgamientos. Otros ritmos de la vida que encuentran correspondencias con los del poema son los ritos (el puente de la Inmaculada, la Navidad, el Miércoles de Ceniza, la salida procesional de todos los años, Pentecostés, la operación salida, etc.) que harían las veces de rima. Y los aniversarios íntimos serían rimas internas. Los cumpleaños funcionan de un modo parecido a la cesura y ya sabemos que “sin cesura ni censura/ hay buena literatura”. Todos los hitos, todos, sirven para darle ritmo a este poema que es la vida, ninguno está de más, que la rutina es resistente y las arritmias vienen solas. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos dijo:

Qué bien visto eso de la rima y los ritos del tiempo, del tempo: la necesidad de la armonía, de la repetición, de la costumbre, del eterno retorno, así en la vida como en el poema. Tan revelador y desvelador eso que dices.

Mora Fandos dijo...

Muchas gracias y¡muy bueno! Totalmente de acuerdo, qué buena alegoría con los accidentes del verso. Sí, todos los cambios y ritos son necesarios; la variedad es condición de belleza.

Anónimo dijo...

No es por ganas de talibanear y corregir, más bien se trata de una duda que me asalta.
En lugar de una alegoría, el original acercamiento de Enrique es una analogía, no?

Mora Fandos dijo...

Creo que Enrique me permitirá contestar aquí al Anónimo. Gracias por la objeción, siempre te ayuda a recordar que las cosas puedes no tenerlas tan claras como creías. He vuelto a mi querido manual de retórica escrito por Kurt Spang, donde define alegoría como una metáfora continuada. Esa era la idea que tenía yo. La analogía es el mecanismo de la metáfora. Por lo tanto, sí hay analogía, como dices, pero dentro del esquema de la alegoría. Gracias.