martes, 17 de abril de 2012

MMM (menos mayúsculas millôr)

Cuando lo del poeta menor, Marie Christine del Castillo me mandó otra breve traducción suya de Paes:


                                    Al bastón

                               Contigo me hago
                               pastor del rebaño
                               de mis propios pasos.



Me gustó muchísimo, tanto que tuve que vencer la tentación de echarme a andar con bastón; y me trajo a la memoria los Hai-kais (L&PM, 1997) de Millôr F. que había leído dos días atrás y que ya iba olvidando. Sus aforismos son estupendos, y confiando en ellos, pedí varios libros al Brasil, que la red permite gestos tan rumbosos. De sus aforismos hablaremos largo y tendido, por supuesto, pero sus haikus no son buenos. Nada más abrir el libro se los encuentra uno escritos en mayúsculas y se teme lo peôr. El haiku es levedad y se lleva a matar con esa tipografía de inscripción en mármol. Tras el susto, uno ve que riman, y pierde, antes de entrar, toda esperanza. Rimar los haikus es cosa que sólo se puede permitir (y eso con reparos) LAC porque sigue siendo el rey y porque, a fin de cuentas, tiene el apoyo de las seguidillas por detrás. En todo el libro, hay uno que tal como está le funciona bien a Millôr:
Y HEME AQUÍ 
RELEYENDO ESTE LIBRO 
QUE NO LEÍ
Gracias a MC releí el libro y vi que muchos, bajándole los humos a las mayúsculas, esfumando la rima y haciendo, más que de "traduttore, traditore", de espía o quintacolumnista, sí que valdrían. Otros son aforismos, como este crimen perfecto: "Son los días laborables los que acaban con los años". Y estos han terminado aquí siendo, creo y espero, haikus: 
Observa: 
entre una gota y otra 
el chubasco no moja. 
*
Muerta, en el suelo, 
la sombra 
es como una comparación.
*
Pavo de oro
—tras el corral del horizonte—,
el sol poniente. 

*
Lame a la luna 
el perro callejero 
en cada charco.
*
Ando, nostálgico, 
entre la multitud 
que no envejece.
 *
Amada, crece 
y decrece tu imagen 
como la luna.
* 
Tú y yo a oscuras 
somos. La luz se enciende 
y somos otros. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces las mayúsculas se utilizan para institucionalizar determinadas realidades (el cine, la cultura, el colegio, el profesor, el alumno). Creo recordar que a Julián Marías no le gustaba este uso; que, ciertamente, da a las palabras un aire de superioridad y de alejamiento de lo concreto nada conveniente.
También se utiliza la mayúscula no como letra inicial sino contagiando a las demás que la siguen para destacar la importancia de la palabra así escrita. Me parece (ay mi memoria) que la Academia desaconseja este uso, que, aunque no constituya falta de ortografía, puede ciertamente sustituirse por el subrayado o las negritas u otras formas de destacar el texto.
Jilguero

gatoflauta dijo...

En las notas por internet se suele entender que escribir un texto en mayúsculas equivale a decirlo a gritos; yo creo que es un modo de entender las cosas, en general, sensato, y que, salvo las iniciales allí donde correspondan, es una buena norma el abstenerse. Puede haber excepciones, y la reciente nota de EGM sobre Dante propone un buen ejemplo (aunque ese mismo texto, en mi edición, que es la de la BAC, no figura en mayúsculas), pero en todo caso deben ser eso, excepcionales. Yo creo que el carácter español (en la medida en que sean aceptables estas generalizaciones), y hasta quizá la misma lengua española (o al menos el modo español de usarla; lo hispanoamericano es otra cosa) tienden fácilmente a lo enfático, por lo que es prudente no añadir agua al mar.

Juan Ignacio dijo...

Genial el de "observa: / entre una gota y otra...".
Lo publiqué en mis surtidos-tres.
Muchas gracias.