viernes, 28 de abril de 2017

San Juan de Dios


He recibido un folleto precioso con un poema de Mario Míguez aún mejor. Tiene un arranque extraordinario: "Todo hospital es un lugar en llamas" y un cierre inolvidable: "alegre como sólo / puede en el mundo estar alegre un niño". En medio, mantiene la tensión en brazos de tres llamas: la de la fiebre, la del amor de Dios, la del incendio. Y hace una defensa más que oportuna del derecho a la vida hasta el último aliento. Pero lo más admirable es que un contemporáneo se atreve con un poema narrativo y hagiográfico y sale con bien del intento. Mejor que bien. Para que lo leáis con vuestros propios ojos:


2 comentarios:

Ana R. de Agüero dijo...

Extraordinario. Gracias, Enrique

Anónimo dijo...

Pongo aquí enlace (https://www.youtube.com/watch?v=wsLbBIafqP8) a un video en que Mario Miguez lee el poema. Por desgracia, no está completo: falta un poco del principio. Pero, aun así, creo que vale la pena.