jueves, 4 de mayo de 2006

Felix Culpa

[W. H. Auden]

El tiempo te ha enseñado
la mucha inspiración
que trajeron tus vicios,
cuánta imaginación
pudo la tentación
producir,
la cantidad de versos,
expresivos, perfectos
que hoy no existirían
si hubieses resistido…
Como poeta, tú
sabes bien que es así.
Y aunque en la iglesia
con frecuencia has rezado
por sentirte contrito,
no funciona.
Felix culpa, te animas
puede que con razón.

Esperas, desde luego,
que tus libros te justifiquen,
te salven del infierno.
Y, sin embargo,
sin que parezca triste,
sin que de ningún modo
Dios te culpe de nada
--no le hará falta
sabiendo bien
a qué das importancia
como amante del arte--,
Él puede reducirte
en el Día del Jucio
a un llanto de vergüenza
al recitarte de memoria
los poemas que tú
habrías escrito, si
tu vida hubiese sido buena.

***

[Hablábamos sobre las relaciones entre la bondad de una obra de arte y la de la vida del artista. Después de la entrada de Beades, yo no tengo más que decir; pero Auden sí. Creo que su poema sobre este asunto es definitivo. Por eso me atreví a traducirlo. Quien pueda, mejor lo lee en versión original. Quien no, que al menos observe la disposición tipográfica, que he sido incapaz, como otras tantas cosas, de reproducir aquí.]


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Enrique, tu traducción me parece perfecta, sobre todo en la elección de los adjetivos, y como no conocía el poema de Auden, me ha emocionado. Me encantaría (y es una sugerencia) que nos comentaras en el blogg tus dos poemas preferidos de Wislawa y de Anna.

Anónimo dijo...

auden!, qué poema. La traducción es, creo, que estupenda. ¿Cómo pueden tantos traductores eliminar la música del verso, por ser fiel a un adjetivo, por ejemplo, sin tener en cuenta que en el arte la forma es también fondo?

Anónimo dijo...

El poemazo señala un tema capital, por no decir el Tema. Conocía el poema, y aunque no soy experto traductor, me parece una buena traducción. La cuestión queda zanjada, me parece. Mejor dicho, abre una enorme puerta a la reflexión y la intuición. Que buen aliento para la mañana, Enrique. Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡¡¡!!!
Lo tomaré prestado para desparramarlo entre amigos, sin duda.
(Con las debidas licencias y cita de fuente, ofcors).
Saludos.
Juan Ignacio.

E. G-Máiquez dijo...

Parece que hay unanimidad en que el poema es espléndido. Me alegro y me sumo al aplauso. Como dice Jaime es puro "auden!" El corazón del poema es, creo, que Dios RECORDARÁ de memoria los poemas (y las obras) que pudimos haber hecho de ser mejores.Como apunta do Vale, para coger aliento y ánimo...
Mi traducción es más dudosa. He intentado salvar la rima (fundamental en el poema original) con asonancias, pero no sé. Si a alguien se le ocurre cualquier variación que la diga, eh. Esto es sólo un primer borrador.
Y, por supuesto, Juan Ignacio, seguro que Auden estaba encantado de que le pasaras este poema a tus amigos. Recuerda que él esperaba salvarse gracias a sus versos, y que, por tanto, aspira a que hagan mucho bien.

Bukowski dijo...

Espléndido poema y magnífica traducción, Enrique. Con tu permiso, procedo a reproducirlo en mi página, con la debida "acreditación".

Gracias y un saludo.

E. G-Máiquez dijo...

Gracias por la reproducción, Ed. Auden estaría encantado de que le "prestes" tu blogg.

Anónimo dijo...

¿Qué hay de mi petición de comentarios, señor barbero del rey? ¿Aceptada?

E. G-Máiquez dijo...

Desde luego que sí. Será un placer invitar a tan altas damas a mi blogg.