jueves, 12 de octubre de 2006

Pifias

Sigo leyendo, sin prisa y sin pausa, El arca de las palabras, de Andrés Trapiello, del que ya hablaremos bien cuando lo acabe. Pero hoy no me resisto a contaros una anécdota. Dice Trapiello en la página 219:


Todos hemos conocido en nuestra vida algún instante de verdadera vida beata que nos deja mejorados como el tiempo a un verso de Horacio.

Vale; y ahora va el dibujante y pinta, al ladito de esta entrada tan clásica, a una beata, con su velo, su más o menos hábito, un cirio y hasta una aureola, que ya es, una aureola, para una beata.

Esta pifia dulce (de dulce de monja, desde luego) me recuerda a la más amarga de la revista sevillana “Mercurio”. Allí, arriba de una reseña sobre Miguel d’Ors en la que se hablaba de Wyoming, que para el poeta es una imagen de la felicidad, pusieron como ilustración ¡una foto de un señor que se llama el Gran Wyoming! No quiero ni pensar de qué será una imagen el Gran Wyoming para Miguel d’Ors…

Y sin salir de d’Ors, también tiene su gracia lo de la revista malagueña “Litoral”. En un precioso número especial dedicado a los animales y la poesía, cogieron el poema “Murió el “León””, que el poeta dedica al mastín de su infancia, y lo colocaron en la categoría de los leones, naturalmente. Ahora se puede observar al buen mastín entre grandes felinos “con su ladrido tenso, allí en la punta / de la cadena” y ver “cómo aceza, / cómo mueve la cola en esos versos” sin arredrarse por la fiera compañía (de leones y de antólogos).

5 comentarios:

Buentes dijo...

Grandes pifias, aunque la peor de todas la del Gran Wyoming... todavía estoy riéndome.

Yo añado otra pifia que me pasa mucho, cuando he alguien ha hablado conmigo de poesía en público (radio, prensa, presentacion de algo) siempre han acabado llamandome Fuentes... Duendes... Puentes... Cosa que ya le pasaba a mi abuelo...

QRM dijo...

Mas que pifia, errata sospechosa por lo atinada fue el célebre caso del BOE, que en oportuna confusión aludió a un "Conejo General del Joder Pudicial", para referirse al órgano de gobierno de los jueces.
Quizá sea una leyenda urbana, pero da lo mismo. "Se non é vero, é ben trobato", o como se escriba en italiano.

Carlos RM dijo...

Increíbles las pifias, especialmente la de Wyoming, lo cual no significa que no me las crea... Por cierto, espero con curiosidad los prometidos comentarios sobre Trapiello. Me han regalado Un sueño en otro y me gusta.

Inma dijo...

Muy bueno. Ahora entiendo por qué Juan Ramón Jiménez insistía en que las ediciones y revistas literarias tenían que ser sobrias, sin ilustraciones, "material escelente, seriedad, sobriedad".
Visto lo de Wyoming y lo del León, no quiero ni pensar qué foto podrían ponerle a "Platero y yo"...¡qué miedo! hay un grupo de rock que se llama parecido.

Jesús Beades dijo...

Cuando te conté la anécdote, Enrique, no sólo te hablé de la ilustración, sino también del texto. La autora es la que confundió las montañas de Wyoming con el presentador de la tele, y en Mercurio, obedientes, ilustraron. La reseña iba sobre el libro "Hacia otra luz más pura", y en él hay un poema sobre la felicidad, titulado "El Secreto", en que d'Ors, de excursión discreta por cercanos pinares, dice "-nada de "Wyoming"-. Como la excursión era en domingo, día de la emisión del programa del Gran Wyoming "Caiga quien caiga", la reseñadora siguió una sencilla secuencia. Lo hubiera evitado con un conocimiento más amplio de la obra de d'Ors, más allá del último libro. A la muchacha (hoy casada con un sobrino de Miguel García-Posada, por cierto), se lo comenté, un día que tomamos un café; pero no le hizo mucha gracia mi correción.