lunes, 8 de septiembre de 2008

Isabel Escudero

Resultaría muy ilustrativo comprobar si el puñado de poemitas de Fiat umbra que me parecen extraordinarios a mí coincide con los puñados escogidos por otros lectores. Podría suceder que no, que Isabel Escudero hubiese lanzado al aire, como un sembrador parabólico, sus versos, y unos hubiesen arraigado en el pecho de uno, y otros en los de otro, al borde del camino. Pero dejemos ese experimento relativista para mejor ocasión, pues conviene que el crítico se crea en posesión de la verdad y hable ex cathedra. Así que vamos...

1 comentario:

Juan Antonio González Romano dijo...

Coincido con tu análisis, amigo Enrique; el libro de Isabel Escudero merece mucho la pena; hay poemas de hondísimo valor y sabor popular. Y sin complejos. Tal vez cuando concluya con mis horarios tenga tiempo para hacer la reseña que hace más de un mes prometí en mi blog...