lunes, 22 de diciembre de 2008

Raúl Pizarro

Cuando Aquilino Duque escribió que este libro, Caída hacia la luz (Notas de un diario), Adonais, Madrid, 2008, tendría que haberse titulado Diario de un poeta a punto de casarse, me dio un ataque de celos. Ese juego de palabras se me tendría que haber ocurrido a mí, que además había tenido el privilegio de leer el libro en versión maquinuscrita varios meses atrás, cuando Raúl estaba, efectivamente, a punto de casarse.

Luego, releyendo el libro, he visto que la historia de su boda inminente apenas si sale en su diario, que no condesciende a la anécdota biográfica. La categoría de estos poemas está en su textura emocional. Yo, entrando en el capítulo de mis manías personales, destacaría la finura de su adjetivación y su ojo para los pájaros. De lo primero, un botón de maestro:
Un gorrión... Aparece suavemente
y pasea por las ramas fuertes del limonero.
Ese "fuertes", tan sencillo como suena, retrata perfectamente al limonero, que parece de alabastro oscuro, y más en contraposición a la levedad del gorrión. De árboles, Raúl Pizarro sabe tela, y hace todo un recorrido botánico-poético bajo ciruelos, nísperos, jaboneros, alcornoques, nogales, sauces y la sombra del ciprés.

Pero vayamos con los pájaros. Ya tenemos al suave gorrión, también aparece "el pincel distinguido de cualquier golondrina, / su acrobacia veloz, ágil, resuelta", y otro gorrión en un día de bochorno. La sorpresa mayúscula me la ha dado el minúsculo chochín, que yo decía que en español no cabe en un poema, y que Rául consigue nombrar con mano experta en esta refrescante estrofa:

La luz llegaba rota a la orilla del río,
hermosamente ............. rota,
y bajaba entre trinos
de mirlos, mosquiteros y chochines.

Para que esta nota de lectura no se quede sólo en un repaso raudo al ritmo de mis obsesiones personales, paso a copiar entero un poema que tiene toda la delicadeza de un haiku:

..........2 DE OCTUBRE

Las azaleas
que transplantamos
todavía resisten, languidecen
en la terraza,
recibiendo unas pocas atenciones.

Sus pétalos pequeños me reprenden
con piedad.

4 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Buff, qué bueno.

Anónimo dijo...

Espléndida alusión a los chochines, aves paseriformes de pequeño tamaño, rechonchas, de color pardo profusamente listado y cola corta que levantan cuando se posan y hasta ahora un poco ausentes de la lírica patria. En serio, pintan muy bien estos poemas y este libro, bromas aparte.

José María JURADO dijo...

Feliz Navidad, Enrique.

Anónimo dijo...

Feliz Navidad a todos.