jueves, 23 de abril de 2009

Todo es para siempre

Primero pensé poner mi prólogo, pero me ha parecido demasiado largo. Demasiado largo para el blogg, ojo, porque en cantar las alabanzas de Pedro Sevilla se queda bien cortito. Por suerte, en esta recién estrenada antología de rayas de Renacimiento el poeta se defiende solo. Para muestra un soneto inédito; y entre sus aciertos --valdría el primer verso, sin ir más lejos, con su rima interna, para empezar, y su aliteración--, yo me quedo con la fuerza poética del "sin embargo" justo en el eje del poema, distendiendo la cara de lápiz profesional del Hermano Isidoro hacia la clarividente misericordia. Por último, las once sílabas finales del dictamen del fraile valen por todo un prólogo, ¿verdad?

Ahí va el soneto de PS:

................CLAUSTRO DE PROFESORES

Primero me probaron de portero...
En mayo me ingresaron en el coro
por si había en mi voz algún tesoro,
e incluso me tentaron para el clero,

mas pronto se hizo público el certero
informe del Hermano Isidoro:
"Ni clero, ni balón, ni voz de oro.
¡Es el niño más tonto de Tercero!

Sin embargo, fijaos cómo le brilla
la mirada si copia en su cartera
unas rimas que enlaza y agavilla

con impropia nostalgia, con inquieta
y letal persistencia... Este Sevilla
salió, ¡vaya por Dios!, salió poeta".

8 comentarios:

Dal dijo...

Espléndido soneto. Ese Hermano Isidoro ¿es el mismo que el del poema de d'Ors? ¿Es un homenaje al personaje del maestro?

Jesús Aparicio González dijo...

Esto es "atención a la diversidad", en el cole y en la vida.
Un hermoso soneto.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Pedro Sevilla es uno de los pocos poetas que me ha arrancado lágrimas de emoción. Y ahora que me he enterado por ti de que publica su antología, voy por ella. Un abrazo

Rafael G. Organvídez dijo...

Justamente el sábado me enseñó Abelardo la antología. La esperamos como agua de mayo.

E. G-Máiquez dijo...

Se me había pasado la coincidencia del hermano Isidoro. Preguntaré al poeta, pero muchas gracias por levantarme esa pista, Dal.

Adaldrida dijo...

qué genial. Nunca he leído detenidamente a Pedro Sevilla. No sé por qué, no me gustó tanto Tierra Leve, pero eso es más culpa mía que suya. O de la competencia: en ese momento estaba leyendo lo nuevo de Mesanza, Cabanillas... ¡no hay que leer los poemarios de tres en tres, luego se desperdician auténticos tesoros!

Anónimo dijo...

Echo en falta en la antología el que considero mejor poema de Septiembre Negro. Lo copio aquí:

GLORIA MARCHITA

No hemos hecho el amor, pero te debo un libro.
Es decir, que te debo
unos días de otoño
cierta felicidad y unos veinte poemas
dictados por la lluvia cuando más me dolías.
Sobre folios en blanco he besado tu cuello
en verso alejandrino,
he visto tus desnudos a la luz
de una oscura metáfora
llorándole a un papel en noches tristes.

Y has de saber que pudo
suceder de manera diferente,
que diera hoy mis versos por haberte besado
y estaría contento si no supiese yo
que escribir un poema es un acto cobarde
un pretexto irrisorio de gente inadaptada
de cuerpos de mentira
cambiando por estrofas el calor de unas manos,
o el dulce fogonazo de unos ojos
por la gloria marchita de unos juegos florales.

Me parece además un perfecto epítome de Septiembre Negro, y por eso me parece una pena que no aparezca en Todo es para siempre.
Es cierto, desde luego, que cada lector es un antologo a su modo y que cada uno se adueña de lo más suyo de aquellos que lee (y mejor que nadie lo dice el poema "El lector es un fingidor" -y lo es,en sentido literal, en el prólogo de la antología-); pero me parece que, aquí, es defecto -y no virtud- de ese adueñamiento el que este poema falte. Máiquez, en mi opinión, lee y antologa a Sevilla maiquecísticamente; y este poema, éste que yo prefiero y defiendo por su hondura, por lo que les duele al poeta y al lector, porque supura pura poesía, éste, es un poema muy poco máiquezco. Es demasiado infeliz.
No pretendo reprochar nada, desde luego. Sólo extraño este poema, y por eso lo traigo aquí, para que se admiren, como yo, quienes pasen los ojos sobre él.
Gracias por el blog.
(Por cierto, una pena la errata que afea el espléndido soneto del clasutro)

E. G-Máiquez dijo...

Querido y sabio anónimo, muchas gracias. Pone el dedo en la llaga y es significativo que en mi entrada el dolor del antólogo hiciera especial hincapié en el poema que usted señala. Conscientemente al menos, no lo descarté por poco máiquezco, se lo aseguro. Aunque su comentario me ha dejado temblando, quiero decir, pensando.