La melancolía no se puede desaprovechar, es un bien escaso. Y el tono preciso para leer ciertos libros. Corto y perezoso, por tanto, pero dispuesto a coger la leve depresión por los pelos, que la pintan calva, ayer me di un baño de nostalgia en las aguas de las
Baladas y canciones del Paraná. Era una nostalgia rara, porque lo era del río Guadalete, a las orillas del cual, prácticamente, leía yo muy recostado. No importaba. La nostalgia es siempre de otra cosa.
Se me pasó nada más desembocar en una canción tan voluntariosa como ésta, la 33:
Hoy quiero soñarte, río,
más pequeño.
Igual que el Guadalquivir,
o más chico, como el Duero.
Y todavía más chico,
más pequeño.
Lo mismo que el Guadalete
de mi pueblo.
Río que sueña en ser mar,
debe ser mar, si es su sueño.
Déjame así que hoy te sueñe
más pequeño.
5 comentarios:
No me gusta nada el poema, qué le vamos a hacer.
Y el verso "o más chico, como el Duero" exigiría una reunión de los ribereños de tan hermoso río para exigir responsabilidades ante la tumba de Alberti o ante su viuda.
Qué ganas de comparar, quién le mandaría.
Pobre Alberti, Ángel...
Pero en cualquier caso, los rebereños del Duero pueden estar tranquilos. El poema valora lo pequeño. Frente al inmenso Paraná, sólo el Guadalete le gusta más que el Duero. No es para quejarse, digo yo.
Además, la nostalgia no compara, elige, o ni siquiera eso, recuerda irremediablemente.
Bravo, (a mí sí me gusta el poema!)al final voy a descubrir al sempiterno Rafael, gracias por tanto.
Recordaba otro de Alberti, y lo encontré:
Las aguas del Guadalete,
soñando, van de verbena.
San Alejandro, alto puente,
biznaga de farolillos.
La Virgen de los Milagros.
Po a mí me gusta.
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