miércoles, 30 de octubre de 2013

El sudor del presente


El primer tema de Derecho del Trabajo es una introducción al Derecho y al Trabajo. Lo del Derecho es más retorcido, si me perdonan la obviedad, pero con el Trabajo, fácil, si me perdonan el oxímoron. Empezamos por el Paraíso y el ut operaretur y acabamos con la crisis, donde conseguir un trabajo es entrar en la gloria. Lo que tiene más pegada, sin embargo, es la maldición "ganarás el pan con el sudor de tu frente" y la revisión que se inventaron los que descubrieron la esclavitud: "con el sudor del de enfrente". 

Bien. Estos días he descubierto una nueva variación: "el sudor del presente". No hay trabajo que se acabe. Crees que sí pero enseguida un repaso o un recuerdo te pone ante la trabajosa realidad: hay que seguir. Me he puesto tremendo y lo tengo claro: con cuarenta y cuatro años creo que todavía no he terminado nada. Amontono trabajos, más bien. 

Esto no es una queja, por cierto.


5 comentarios:

Dolores dijo...

Hace poco enlazaba esto desde mi blog. A mí siempre me consuela un poco.

María dijo...

Viene a cuento esta frase que me ronda hoy?
El mundo necesita gente que ame lo que hace.
Yo creo que ahí está el secreto para salir de esta crisis.

Anónimo dijo...

Recuerdo la breve introducción al Derecho Administrativo de Royo Villanova. Indicaba que en ella tendría que hablar del Derecho y del Estado; para decir cosas conocidas, lo cual sería inútil; o cosas distintas, lo cual sería perturbador. Y ahí acababa.
Jilguero.

E. G-Máiquez dijo...

Excelente Royo. No dabe el ídem, supongo que su apellido le prevendrá especialmente con ese defecto tan propio de los profesores de Administrativo. Mil gracias por la anécdota.

Y a todos los comentarios.

Anónimo dijo...

Es muy interesante lo que dice María. Pero no basta, por desgracia. Si ella cree que tanta gente que se ha visto en la calle sin culpa por su parte lo está porque no amaba lo que hacía, desde luego que se equivoca. Y puedo asegurarlo, porque por desgracia conozco a gente en esa situación. Y nuestro Presidente declarando (hace unos días, a un diario austríaco) que los sacrificios exigidos a los ciudadanos por su gobierno se han repartido "de forma justa", cuando recibimos continuamente noticias que nos aclaran que los muy ricos lo son cada vez más. Debe ser que le parece "justo" eso, que se enriquezcan quienes más tienen a costa de los salarios, las pensiones o los servicios públicos de la inmensa mayoría. Me pregunto cómo se puede ser tan increíblemente cínico.