miércoles, 30 de marzo de 2011

La impotencia del poder

Por favor que no parezca que califico esto de buenas noticias por optimismo antropológico. En verdad, nada puede alegrar más a un partidario del Estado de Derecho que ver al poder ejecutivo limitado por el poder judicial. Esa impotencia de los emisarios y los etarras que reflejan las actas vale su peso en oro. También hay un motivo personal: comprobar que asistir a aquellas manifestaciones convocadas por las víctimas sirvió de algo. La sospecha de la insignificancia es el gran peligro del compromiso social. Estos ánimos nos vienen bien. El domingo estuvimos en la plaza del Ayuntamiento del Puerto convocados por Derecho a Vivir. Algunos entusiastas corearon esta aleluya: 
Contadnos bien: 
estamos más de cien. 
A la que uno estaba tentado a responder:
Aunque quizás 
no muchos más. 
Pero conste que con orgullo. Como Heráclito el Oscuro, no hay que hacer nunca del número una cuestión esencial. Lo importante es estar y tener razón.

6 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Ayer leíamos el pasaje del Banquete de Platón en el que Sócrates recibe un repaso de Diotima. Cuando están discutiendo si Eros es un dios, dice Sócrates que todo el mundo lo afirma y Diotima le contesta que al menos ella y él no:

"—Sin embargo, repliqué yo, todo el mundo está acorde en decir que el Amor es un gran dios.
—¿Qué entiendes tú, Sócrates, por todo el mundo? ¿Son los sabios o los ignorantes?
—Entiendo todo el mundo sin excepción.
—¿Cómo, replicó ella sonriéndose, podría pasar por un gran dios para todos aquellos que ni aun por dios le reconocen?
—¿Cuáles, la dije, pueden ser esos?
—Tú y yo, respondió ella."

Y qué guapa Carmen.

Anónimo dijo...

Me ha gustado eso que dices sobre que la sospecha de la insignificancia es el gran peligro del compromiso social. Yo siempre he tenido la sospecha de una cierta futilidad. Pero me alegra ver que no es así. Al menos, siempre.
BB

Kris Kelvin dijo...

Dios y ustedes son mayoría (absoluta)

Saludos

BV dijo...

Este motivo del "happy few", aunque sería más "happy" si fuera menos "few", y el comentario de Ángel, y el de Kris, me han traído a la cabeza el epitafio de Johann Georg Hamman (que mojó notablemente la oreja a Kant durante toda su vida):

"Judaeis quidem
scandalum, Graecis autem stultitiam, sed stulta elegit Deus, ut sapientes
confundat, et infirm mundi elegit Deus, ut confindat fortia. Johanni Georgio
Hamnno virochristiano"

Anónimo dijo...

La impotencia del poder (para el mal)es el fin del Estado de Derecho. Creo que lo que estamos viviendo ahora es una batalla de poderes, que se decidirá en una instancia judicial acaso controlada por el ejecutivo. Basta dominar a unos pocos jueces para que todo se venga abajo.
Jilguero

Corina Dávalos dijo...

Si tan inconfiables le resultan las actas a Rubalcaba, me pregunto, y entonces...¿en qué se basaban para negociar con ETA? sólo les disuadió la T4. Yo alucino. Carmen está monísima, es igual que Leonor pero con tus tonos, ¿no?