jueves, 21 de junio de 2007

Miau

Dónde menos se espera salta el gato. Uno de los más brillantes EJEC se ha leído en mi blogg, y me escribe dándose unos leves golpes de pecho y dándome unos golpes de espalda, muy amable.

Y ahora voy a hacerle un enlace/ensalce. Me alegro de hacerlo porque recuerdo que Jesús Sanz Rioja estaba interesado en saber quiénes eran los EJEC, y a uno le gusta satisfacer a sus lectores, aunque sólo sea la curiosidad. Como suele pasar, el más intrigado era el que estaba más cerca: alguno de ellos comparte con nuestro J.S.R. las páginas del Manifiesto.org.

Pero no lo enlazo por J.S.R., ni tan siquiera porque él, Ignacio Peyró, haya confesado que tiene un gato y que incluso alguna vez se fotografió con el animal, je, je. Desgraciadamente, no he conseguido la foto del delito. Pero a cambio, tengo este estupendo artículo suyo sobre gatos. Por eso lo enlazo, por estupendo. Y hasta le perdono que no nombre Old Possum's Book of Practical Cats, esa pequeña maravilla de T. S. Eliot, que a mí, tan cainita, perdón, quise decir canita, me reconcilió algo con los felinos.

4 comentarios:

Jesús Sanz Rioja dijo...

Gracias por el dato. Ya que lo recomiendas frecuentaré más al colega Peyró.

Anónimo dijo...

Gracias por el enlace, en verdad el artículo es una perita; para leerlo con un gin-tonic.
Pero el gato, como el escritor, sabe ayunar cuando come de lo que caza. Con comida fija, maulla a su hora y deja de ser kármico. Y aquí, si que no vale lo de las meigas...háilos, y se ven (incluso se leen, que es lo peor).

Adaldrida dijo...

Ya sabes que yo adoro los gatos...

Anónimo dijo...

I have seen the truh and it makes no sense.
(Sin arañazos)