martes, 19 de junio de 2007

PLAgio

Plagiar requiere mucha lectura, mucha memoria; hay que saber dónde están las cosas. Los autores antiguos, los medievales, los renacentistas y los de la primera modernidad plagiaron tanto porque dispusieron de toda la lectura que en su tiempo era posible. Ahora todo el mundo es original, porque no sabe nada de nada —ni jota.

14 comentarios:

Enrique Baltanás dijo...

Aunque sea digital, esta entrada es de mármol.

Anónimo dijo...

¡Cuánta razón tienes! Antes de la epidemia de originalidad, la tradición estaba al servicio de todos: se dejaba saquear gustosamente y ese saqueo multiplicaba la presencia de las cosas que merecían la pena.

Adaldrida dijo...

Di que sí!

Anónimo dijo...

Depende de quien plagie: si se trata de Lucía Etxebarría no es imprescindible conocer la tradición (y, según parece, ni siquiera el jabón).

Anónimo dijo...

Si todo está ya escrito, como alguien nos sugirió alguna vez, no se podría mas que plagiar.

Pierre Menard

Hoy hay una bromita sobre plagios en http://pericoteo.blogspot.com

Corina Dávalos dijo...

Eugenio D'ors decía que lo que no es tradición es plagio. Tú le pones más ingredientes y te ha quedado mejor que la salsa Maíquez.
Lo que no es plagio consciente es puro ridículo.O ya ni eso.

Anónimo dijo...

Algo te debe haber pasado para que hicieras esta nota-comentario, breve y dirigida a alguien o algo, cual brochazo en una inmensa pared.
Se puede saber el origen? Dado tu conocimiento del gremio, sería interesante conocerlo.
O es que han plagiado a Chesterton?
LM

Juan Manuel Macías dijo...

Totalmente de acuerdo. No hay peor servidumbre que la de querer ser original.

Anónimo dijo...

Quiso ser original,
distinto a toda la gente...
y termino en el rebaño
de los que son diferentes.

El payaso triste dijo...

JA!

Comunidad Viabinaria dijo...

Plagiar requiere mucha lectura, mucha memoria; hay que saber dónde están las cosas. Los autores antiguos, los medievales, los renacentistas y los de la primera modernidad plagiaron tanto porque dispusieron de toda la lectura que en su tiempo era posible. Ahora todo el mundo es original, porque no sabe nada de nada —ni jota, ni ka.

(Saludos, Comunidad Viabinaria)

Juan Ignacio dijo...

Plagio ergo sum

Coni Danegger dijo...

Cuando pueda citaré esta entrada: coincido con la opinión de EB y no quiero plagiarte... ¡Una vez que parece que me entero de algo!

De paso, admiración hacia el humor inequívoco de JI, aquí también para el mármol.

Bruno Mesa dijo...

Me alegra que te sumes a la antigua secta de los que sabemos que sólo la ignorancia (como decía Monterroso) nos permite seguir escribiendo.

A los que leemos sin descanso nos da una especie de mala conciencia terrible saber que otros hicieron lo mismo y lo hicieron mejor hace más de dos mil años.

Por eso los escritores que no leen son tan felices. En su limbo todo es novedoso y genial.