miércoles, 20 de febrero de 2008

Miopía

Miro, remiro,
y no sé si es un mirlo
o es una rata.
*
Si hoy no quieren saltar al artículo, pueden saltárselo. Este haiku de autoría dudosa es su resumen.

9 comentarios:

Enrique Baltanás dijo...

Pedazo de artículo, tocayo.

Anónimo dijo...

Formidable! Tendrás que descubrir las lentes progresistas, digo, progresivas, como las que yo uso.

Anónimo dijo...

Ramón Simón dice: Tus artículos van tomando vuelo, no sé si de mirlos o de gaviotas. Abrazos.

Juan Antonio González Romano dijo...

Comienzas a preocuparnos, Enrique: un día nos enteramos de tu escaso oído; otro, de los tablilleos fúnebres de tus huesos; hoy, de tu vista cansada... Eso sí, la lucidez se mantiene. En cuanto al haiku, se me ocurren dos posibilidades:

Vista cansada
si por rata ves mirlo
eso que ganas

Vista cansada
si por mirlo ves rata
¡al oculista!

Anónimo dijo...

Buenísimo. De verdad. Auguro un crecimiento del grupo Joly en el EGM... gracias a EGM. (perdón por el chiste malo).

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho, el artículo y el refinamiento maiqueziano, que diría carlosrm. Es un detalle, así se ve muy bien que es un mirlo. Y además salta.
Y lo de las lentes progresistas está muy bien; ahora entiendo por qué no acabo de hacerme al invento y ando con tres pares de gafas encima.

Adaldrida dijo...

El haiku es tuyo? Me encanta! Y me encantan las variaciones del Profe...

Coni Danegger dijo...

Me salgo del artículo.

Trajiste a la memoria un libro que recibí, antiquísimo y muy precioso, con poesías sobre pájaros argentinos. Cuando leí la dedicada al huidizo y nada vulgar ratonero me pareció que era un buen candidato para un post, qué cosa. Ya lo copiaré.

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias a todos, de verdad. Al genereroso Baltanás, al progresivo anónimo, a Ramón Simón dice, al profe, que es un maestro de las seguillas, a Batiscafo, que por si no se nota, es amiga mía, a CB, que supo ver al mirlo (se nota que lleva tres pares de gafas), a Rocío Arana, que no da pie jamás a la confusión, y a Constanza, que cogió vuelo.