jueves, 5 de mayo de 2011

Nuestra abuela

Por suerte, en todas las entrevistas hay una pregunta que ya me sé y que cae seguro. La que dice: "¿Cómo es la convivencia poética con un hermano?" Y yo entonces recito: -"¡Qué tema el de los hermanos escritores! Nos llevaría de nuevo a su pregunta sobre la importancia de la familia. Pero resumiendo, Jaime es un privilegio. Tengo muy cerca a un poeta que admiro y, además, a un corrector sensible e inteligente que no gasta miramientos conmigo". Ahora, leyendo sus poemas en PD he descubierto otra ventaja más. Me enseña que hay poesía delante de mis narices (cuatro años más viejas mis narices, además) y que no veo. Cuántas veces habré yo desayunado con mi abuela y ha tenido que venir él a escribirlo. Es una lección también privilegiada y maravillosa: la poesía del mundo no se acaba nunca, no seremos jamás demasiados, poetas de uniforme o de la secreta (esto es, lectores), los que la busquemos y encontremos y compartamos.

6 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Me apropio del título de "poeta de la secreta", qué bueno.

Ignacio Trujillo dijo...

¡Emocionantes los poemas de tu hermano! El de tu abuela me ha "traspasado".
Y me hace recordar la mía que guardaba las guitas liaditas de las cajas de dulce y las bolsas de plásticos muy bien plegadas y las cajitas y los papeles de colores que envolvían los paquetes...era herencia de la guerra, no se tiraba nada. Para mí, niño entonces, esa balda de la alacena, llena de cosas insignificantes era el cofre de los pequeños tesoros.

Marcela Duque dijo...

Por eso cada cierto tiempo tendríamos que decirle "gracias". Por el blog, por crear esos espacios de búsqueda y compartir, "for free", lo que va encontrando.
Los poetas de la secreta tenemos una suerte enorme.

Ignacio Trujillo dijo...

Totalmente de acuerdo MD. Por si acaso:¡Gracias, Enrique!"Por el blog, por crear esos espacios de búsqueda y compartir, "for free", lo que vas encontrando.
Los poetas de la secreta tenemos una suerte enorme."

AFD dijo...

Me gustan muchísimo los poemas de Jaime pero, aquí, entre nos, te confieso que me gustan aún más de López de Artieta.

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias a todos. Me ha traspasado a mí, querido IT, la imagen de las bolsas de plástico muy bien planchadas, que también mi abuela, y las cuerdecitas. Ese cofre del tesoro lo he descubierto hoy.

Otra ventaja, querido AFD, de contar con Jaime entre mis hermanos es que esas clásicas comparaciones fraternales, que acaban a veces a quijadazo limpio, me salpican menos porque se suele comparar más a Fernando López con Jaime G-M. Por lo que a mí respecta, menos mal.