lunes, 5 de agosto de 2013

Broma privada


En el artículo de hoy hay una broma familiar que qué menos que explicar a los lectores agosteños del blogg, tan íntimos. La gasto cuando llamo a Inglaterra: la isla. Y la historia por detrás arranca de cuando un viejo amigo nos descubrió, en plena apoteosis de bodas familiares, un sastre de la Marina que, en sus ratos libres, hacía trabajos para los civiles a buen precio. Vivía en San Fernando, o sea, en la Isla, y allá nos fuimos todos a encargarnos nuestros chaqués y eso. Luego, nos aprendimos el camino y nos hicimos algún traje que otro. Todo muy bien. 

Así las cosas, mi hermano Nicolás fue a una fiesta. Dióle una palmada en la espalda a un amigo de Jerez, de genealogía de marca registrada, como diría Foxá, y, en ese leve toque, notó que la tela era palpablemente suave y ligera. Se lo dijo: "Eh, tú, qué maravilla de traje y cómo te cae". El jerezano replicó: "Claro, ¡y no va a caer si es de la isla!" Mi hermano se emocionó entonces con la complicidad sobrevenida y celebró: "Anda, tú, como el mío, de Manolo, el sastre de San Fernando..." "Qué Manolo ni qué Fernando, coño", saltó muy ofendido el otro, "de Inglaterra, joder, ¡de la isla, de la isla!"

6 comentarios:

Madreconcarné dijo...

Je, je. En todas las casas hay bromas "privadas", algunas incluso bastante surreales.

Ignacio Trujillo dijo...

Je,je. Los del continente es que no tenemos ni idea...

Jose dijo...

El Camerón (James) de la Isla hubiera dicho lo mismito, oiga.

Jesús Sánchez-Ferragut García dijo...

Como que La Isla (de León, no de Albión) nunca debió perder su nombre, por muy malo que fuera el rey que se lo cambiara, jejeje.
Que sería de la Isla si no nos riéramos un poco con ella (de ella) en agosto...

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Elliot escribio un poema imponente -"La defensa de las Islas" - en el que describía las calles de Inglaterra como senderos de gloria. Estuvieron bien los ingleses en 1940. Las cosas como son. No les corresponde permitir los abusos que se están produciendo en Gibraltar, con lo de los caladeros, las provocaciones constantes y otras cosas.


Y tengo por seguro que el sastre de la Armada podría competir, con absoluta dignidad, con los de Bond St. y todos esos pagos.

Saludos.
.

E. G-Máiquez dijo...

Retablo, estoy completamente de acuerdo con los 4 puntos de su excelente comentario: 1) Eliot 2) 1940 3) no les corresponde y 4) el sastre a la altura.

Y 5) Un fuerte abrazo,

Enrique