lunes, 24 de febrero de 2014

La etapa maniquea



Ignoro si algún pedagogo o psicólogo infantil se habrá dado cuenta de que en el desarrollo intelectual del niño se pasa por una marcada etapa maniquea. Los buenos frente a los malos en todo momento y en cada situación. Supongo que el impacto del descubrimiento del mundo moral no es para menos. Enrique está ahora en esto. Y suele llevar un palo, una pistola, una espada —láser o analógica—, un tridente o un hacha, por si las moscas de los malos, según advierte, serio. Me parece muy bien. 


Pero a ratos, intento ir introduciéndole en la complejidad moral del ser humano, que he visto que muchos se quedan en lo maniqueo para siempre, niños grandes. O le sugiero los otros tonos de la vida, como el lírico. Desde el coche, le señalo las retamas aún en flor, y le subrayo: "Qué bonitas, y qué bien huelen, ¿verdad?". Replica: "Sí, papá, pero cuidado, que a los malos no les gustan las flores y quieren arrancarlas. Hay que vigilar". Y yo, al menos, me rindo, admirado: "¡Eso es una verdad muy honda! Hay que defenderlas, sí. Malebranche decía que 'la atención es una plegaria natural', Quique; y, con una reverencia, le cito a Machado, celebrando, de paso, el aniversario: 'Si mi pluma valiera tu pistola...'"

Seguimos conduciendo entre las retamas, montando guardia. 




9 comentarios:

Jesús dijo...

Tus hijos, además de una cantera vital, son una magnífica cantera moral, espiritual, literaria.
¡Qué hermoso será el libro que un día compondrás con todo lo que has escrito sobre ellos en tu blogg!

L.N.J. dijo...

Hola Enrique, te suelo leer aunque no participe apenas en los comentarios.
Siempre me pregunto si tus hijos tienen la voluntad de querer salir en internet tan pequeños como son. No siendo así, la voluntad por supuesto es tuya y sinceramente, deberías cuestionarte lo que haces.

Este comentario lo he puesto varias veces en otros post y lo he borrado ya que no debería ser de mi incumbencia.

Pero tratándose de crios, parece que todo debería ser diferente.

Perdón, no pude evitarlo esta vez.

Saludos

E. G-Máiquez dijo...

Te agradezco mucho el comentario. No hay nada que disculpar, porque yo también tengo grandes dudas. A Suso le agradezco también mucho el comentario, aunque por todo lo contrario. Así de dividido vivo.

Abrazos a ambos.

L.N.J. dijo...

El comentario de Suso me ha impresionado aún más. De la manera que suceden las cosas, a veces, la falta de sentido común nos traiciona a todos.

Hoy, creo que no salgo bien de aquí. Espero equivocarme en ello.

Feliz dia.

E. G-Máiquez dijo...

Te equivocas en ello, querida amiga. Saldrás muy bien de aquí. No creo que Suso sea muy maniqueo ni que le afecte, a él, tan excepcional, esa falta de sentido común que tanto te impresiona.

L.N.J. dijo...

Enrique, si digo que nos traiciona a todos. A mí, la primera.

Muchas gracias, sigamos pues...

Jesús dijo...

No te preocupes en lo que a mí se refiere, L.N.J.

Y gracias, Enrique.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Leyendo lo que dices del proceso del maniqueísmo como fruto del impacto del mundo moral (¡estupenda idea!), se me ocurre decir que ese maniqueísmo infantil tiene también el saludable efecto de que puede mantenerse en el terreno de los principios, donde hay que ser en cierto modo maniqueos: unos principios son buenos y otros son malos. Otra cosa son las personas, que hacemos lo que podemos para encarnar en la vida tales principios. Por lo demás, la espada de tu infante debería estar en un museo junto a la Tizona, por noble y valiente.

Juan Ignacio dijo...

genial