Deprisa, tierra, deprisa;
deprisa, deprisa, sol;
descomponed el sistema
que me espera a mí el amor.
¿Qué importa que el universo
se trastorne, tierra, sol?
Todo es humo, sólo es gloria
que me espera a mí el amor.
¡A la nieve con la espiga!
¡Anda, tierra; vuela, sol!
¡Abreviadme la esperanza,
que me espera a mí el amor!
jueves, 30 de agosto de 2007
Abreviadme la esperanza
JRJ la escribiría por lo que fuese, por supuesto. Pero no me digan que esta canción, la nº 29 de Estío, no es, hoy por hoy, la oración de un cristiano fervoroso (y un poco hasta las narices, todo hay que decirlo) ante tantas noticias algoreras sobre el cambio climático, ¿eh?
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11 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo: además, esa interpretación le da creo una especie de aire más moderno, una chulería un poco vanguardista que a JR le haría su gracia, ¿no?
Muy bueno el adjetivo 'algorero': me lo quedo.
También me quedo el poema de JRJ.
Qué cosa, la palabra de hoy nos alerta de que será el día menos pensado...
Y me pregunto, ¿no valdrá esto también, además de para los desprevenidos, para los que desean, al contrario, que el día sea ya?
¿No habrá, tanto en el desprevenido como en el que desea que sea ya, algo de evasión de la realidad?
Aunque no creo que sea malo desear la "segunda venida"...
jode qué bueno... (el taco sólo lo uso en momentos de entusiasmo...
Juan Ramón es un pata negra con todas sus jotas.
Pues nosotros somos de los que ansiamos fervientemente el día de la Parusía (que había que decir de una vez la palabrita)... ¿No será hermoso contemplar el cielo surcado por milicias angélicas acompañando al Hijo de Dios revestido de Gloria? A mí me gustaría una butaca de primera fila, para no perderme nada... Y luego, ya sabemos: "El hacha está puesta a la raíz de los árboles. Todo árbol, pues, que no lleva fruto bueno es cortado y echado al fuego" (Lc 3, 9) ¡Je, je! Que cada cual piense en lo suyo...
Precioso. Es la explicitación de algo que está latente en toda su poesía. JLG
¡Qué lectura más genial! Hay que ver lo que gana el poema, como si lo hubierais escrito a medias. ¡A la nieve con la espiga! Y si no fuera porque la espiga es la espiga...
pues era yo, que ando aprovechando que tengo conexión para dar la lata todo lo que puedo. Que no es que me escondiera, que si hay que mandar a la nieve a los del calentamiento, pues se les manda y ellos tan contentos, es que se me volvieron a perder las iniciales por le chemin.
Pero JRJ no era cristiano.
Quizá por eso dice "que me espera a mí el amor", en vez de "que nos espera el amor". Es el único cambio que necesitaría el poema.
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