Yo me senté a la puerta de mi casa
pensando en mi dolor: "A ver si pasa".
jueves, 26 de julio de 2007
Encuentro en Arcos
Ayer participé en un encuentro entre escritores, poetas, editores, libreros, traductores, mecenas, directores de revistas literarias y de suplementos culturales, musas, futuros herederos de derechos de propiedad intelectual, futuros arquitectos, críticos de libros y de arte, columnistas de prensa, escritores de diarios íntimos, neonovelistas, bloggers, diseñadores de páginas web, heterónimos, seudónimos y hasta lectores. Contando con familiares éramos diez, vale, pero cada uno aportaba su puñadito de roles, de modo que aquello, sazonado con imaginación, resultó un multitudinario congreso de literatura. Ahora que caigo, fuimos capaces de hablar de todo lo divino y lo humano y lo infrahumano (i. e. la vida literaria) sin rozar siquiera el tema del matrimonio homosexual, parece mentira. En cambio, sí que volvimos a hablar del cura Placencia. Me lo estaba pasando muy bien, no sé por qué se me quedaron estos versos:
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8 comentarios:
Lo siento pero te fallan las mate máticas..
Siempre lo hicieron, sr. anónimo... pero he repasado mis cuentas y, como no sea que no cayese en usted, creo que están bien, por esta vez y sin que sirva de precedente.
¿El cura Plasencia? Debo regresar urgentemente al siglo XXI desde el XVI, en el que vivo. Los versos, geniales, me los quedo.
Entiendo (inexperto yo) que se podría leer de dos maneras.
A ver si se pasa el dolor o, si el dolor tiene forma de amor perdido, a ver si pasa por la puerta.
Saludos.
Por algún motivo que se escapa a mi escaso dominio del tema Internet, soy incapaz de hacer un comentario con mi nick (manupé). No entiendo que pasa, pero no me deja publicar ningún comentario a no ser que lo haga como Anónimo.
¿Alguna sugerencia?.
En cuanto a los versos, tienen hechura de Soleá y si me apuras de la entrada de una Seguirilla.
Manupé.
el cura es Placencia, Alfredo R. Placencia.
Disculpa la corrección fraterna (por lo de Caín, claro).
Abelardo destapando
el tarro de las esencias
poéticas de Ultramar...
y Máiquez cacereñando
al padre Alfredo Placencia
con s de Puerto Real.
(Te he llevado dos pueblos más allá, pero qué quieres, me obligó mi (p)rima).
Upps, gracias hermano (por Abel, claro). Lo corrijo ahora mismo.
Y Manupé tiene(esta vez y sin que sirva de precedente)toda la razón. El ritmo y tema son de seguidilla. Si no faltase una sílaba en el segundo verso, quedaría perfecta. ¿Y así:
Yo me senté a la puerta,
yo, de mi casa
pensando en mi dolor:
"A ver si pasa".
Qué romántica la interpretación de JI, y la permiten los dos versos, pero no creo.
Voto por la romántica interpretación de J. I...
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