martes, 20 de enero de 2009

Menos da una piedra

Me llega un cuadernillo de Miguel d'Ors, editado en Granada y titulado Siete poemas de Sociedad Limitada. Sociedad Limitada es el título de su próximo poemario. Se trata, pues, de un adelanto. Lo suyo, ahora, sería agradecer el envío, publicar entero un poema (concretamente el soneto de Mario Cabré) y subir el nivel del blogg. Pero uno sabe que a d'Ors no le gusta nada que cuelguen poemas suyos en la web, ese desmantelamiento del derecho de propiedad intelectual, y yo, aunque no lo veo así de claro/de oscuro, no voy a pagarle el detalle del envío con un desaire.

Aunque ya que hablamos de aires, podemos coger al menos un solo verso [uno sólo] y admirarnos de lo gran poeta que es con un detalle muy pequeño. En un poema de atmósfera aérea, describiendo un despegue, nos cuenta d'Ors lo que oye en el avión: Les habla el Comandante Echevarría. Bien, parece un verso de nada, puro desarrollo argumental, y lo es, pero traten ustedes de buscarle un apellido mejor. Con Echeverría, además de llenar el endecasílabo, que eso ahora no importa, se nos da una imagen (¿la ven?) del comandante repeinado, señorín, todavía en forma, ligoncete, un poco de Bilbao, etc.

24 comentarios:

Ignacio dijo...

Siempre me ha interesado esa capacidad de los nombres para dibujar personajes, y al leer esto me he acordado de un sketch de los Morancos. La abuela viene del seguro, contentísima de cómo la ha tratado el médico: don Celso (don Serso), y con el solo nombre se nos viene, a mí al menos, una imagen nítida de señor afable con bigote, elegantón en su bata blanca, fumador, con la palabra justa para cada paciente. Y el modo reverente que tenemos los españoles de mirar a los médicos está también en las tres sílabas, y en la manera de decirlas de César.

Mira por dónde, voy a rescatar una cosa que tengo sobre el tema.

E. G-Máiquez dijo...

Muy bien visto (u oído) lo de don Serso, que es Celso. Rescata lo tuyo, que nos interesará mucho. Precisamente d'Ors dice que los nombres propios también connotan.

Corina Dávalos dijo...

También el título del poemario dice mucho...qué ganas de leer algo nuevo de D'Ors.

Juan Antonio González Romano dijo...

Pues aquí nos quedamos, a la expectativa. La piedra es pequeña, pero promete un fuerte impacto. No podía ser menos, lanzánlola quien la lanza...

ACdR dijo...

Gracias por el adelanto, que sabe a poco pero hace más gozosa la espera.

Yo tampoco lo tengo claro. Si no fuera por los (muchos) poemas de d'Ors que circulan por la red, yo nunca hubiera sabido de su obra. Luego he podido encontrar algunos libros en las bibliotecas, pero (que yo sepa, y exceptuando las Virutas de taller, que son prosa) en este momento no hay manera de comprar 2001 o cualquier otro de sus poemarios o antologías. Internet remedia la corta vida de la poesía en el mercado editorial.

De todas maneras, cada vez que viajo me pateo las librerías para ver si encuentro algo...

José Miguel Ridao dijo...

Es cierto, me imagino nítidamente al comandante Echeverría, y también al médico don Celso de los Morancos. Es como si el mismo nombre o apellido, aunque no conozcamos a nadie que se llame así, dibujara un rostro y una forma de ser al personaje. ¡Curioso!

¿Sabes, Enrique, a qué se debe un título tan económico? Me interesa mucho esa fusión entre poesía y mercantilismo.

E. G-Máiquez dijo...

Creo recordar que hace referencia, precisamente, al escaso valor comercial de la poesía, que es para pocos. Aunque no se debe descartar que guiñe a la propiedad de un mundo propio.

Y volviendo a los nombres, es una pena que Galdós los pusiera tan alegóricos y evidentes. Tienen mucho más efecto si se apoyan en la connotación y el subconsciente, ¿no?

Unknown dijo...

Respecto a "encontarar" los libros de poesía y otros libros minoritarios en las librerías, yo sugiero que se encarguen, sobre todo si se tiene un buen librero a mano. Porque dar con ellos por casualidad es difícil... Al menos, es lo que les digo a quienes me comentan que no ven nada mío en librerías... Valga lo dicho para d'Ors, que es un espléndido poeta.

José Miguel Ridao dijo...

Me quitas un peso de encima, Enrique. Por un momento pensé que d'Ors era de la misma cuerda que el poeta del aforismo contradictorio.

Coincido contigo en la apreciación sobre Galdós, aunque pienso que se debe en parte al gran público al que iban dirigidas sus novelas, la extensión de las mismas y sobre todo el gran número de personajes que aparecen. El poeta, al ser más evocador, tiene más necesidad de buscar ese efecto.

José María JURADO dijo...

Y, además, en Echeverría están sonando los motores del avión o el tren de aterrizaje que se rrrecoge.
Un abrazo.

E. G-Máiquez dijo...

¡Bravo por el oído de JMJ!

Ignacio dijo...

Ya está colgada mi divagación nominalista.

Anónimo dijo...

Repeinado, señorín, ligoncete... Qué fecunda la imaginación de los poetas. No quiero ser prosaico pero mira esto que no creo que exista inconveniente en divulgar pues está en la prensa: "Entre los cinco pilotos despedidos ayer por Iberia, el caso más significativo es el del comandante de DC-9 Martín Echevarría Álvarez, secretario del SEPLA y dirigente más significado del sindicato y del comité de huelga. El expediente de despido de Echevarría contiene presuntas faltas reiteradas muy graves cometidas en diferentes vuelos por el citado comandante. El pasado día 1 de julio, Echevarría entró en servicio para operar una línea incluida dentro de los servicios mínimos, según dicho expediente. Comenzó con un vuelo Madrid-Barcelona, con una duración prevista en la programación de 60 minutos. Pese a no haber surgido el menor problema, como lo confirma el parte de vuelos, la duración fue de 91 minutos, con un 50% de exceso sobre el tiempo programado. Posteriormepte, Martín Echevarría hizo el vuelo IB-453, de Barcelona a Valencia, cuyo tiempo programado, desde que el avión abandona los calzos en el parking del aeropuerto del Prat, en Barcelona, hasta que le vuelven a ser colocados los calzos en el parking del aeropuerto de Valencia, es de 40 minutos. El comandante Echevarría invirtió 89 minutos en cubrir la escasa distancia que separa las dos ciudades mediterráneas". Yo levanto una lanza por el tal Echeverría, siquiera por haber quedado inmortalizado en el poema D´Ors. Lo imagino gran piloto. Cansado con muchas horas vuelo, con entradas, buen padre de familia metido a su pesar en líos sindicales y ligando más bien poco.

Ángel Ruiz dijo...

A mí me gustan mucho los nombres que pone Galdós (era muy común en el XIX, me viene a la cabeza Dickens, pero también lo hacía Clarín y otros): el amigo Manso, los Pez. Galdós pone nombres claros y con su genio juega con ellos dándoles la vuelta.

Anónimo dijo...

Querido Enrique: soy el autor que hoy laureas. Mi antiguo alumno "Ángel Talián" me avisó que hoy hablabas del cuadernillo que él me editó, y me he metido en el internet de un colega. Sólo una cosa: el verso que citas en rigor dice "Comandante" y "Echevarría". Si tú, que eres amigo, y persona culta, en una línea de sólo once sílabas has cometido ya dos errores de transcripción, ¿qué no harán otros cuando copien ristras de poemas enteros? Si me preocupan los derchos de autor, no son los económicos, sino los estéticos: estoy hartode ver en webs y blog versos míos con sílabas de más o de menos, redistribuídos, transcritos como prosa, amputados y en mala compañía. ¿Me comprendes por fin? Un abrazo. (Y, si quieres, copia ese soneto, hombre: total, ya no es inédito).

Adaldrida dijo...

qué imaginación... ¡¡¡y qué envidia!!!

E. G-Máiquez dijo...

Tras mis dos erratas por endecasílabo, comprendo en carne propia, ay, sus reservas electrónicas, don Miguel. Lo bueno de la Red es que con la misma facilidad (o más) con que uno yerra, se soluciona la errata. Las mías ya están arregladas.

Y gracias mil por el permiso. El soneto mañana enriquecerá estos Rayos y truenos con un estupendo rompimiento de gloria.

em10 dijo...

Hace tiempo que no escribo por aquí, pero sigo aprendiendo con las entradas y los comentarios.

E. G-Máiquez dijo...

Podría Miguel d'Ors haber contestado al anónimo pro-Comandante Echevarría, si el nombre lo inventó o lo oyó en algún vuelo. Nada de eso le quita oro al acierto, porque se podrían citar muy bien aquí los versos de Cernuda:

Dostoievski no puede ya decirnos
Si inventó a Falalei o lo encontró en la vida,
Si inventó la hermosura o supo verla.

Pero el mérito igual en ambos casos.

E. G-Máiquez dijo...

Lo de Galdós tiene, efectivamente, mucho sabor de época, pero no sé si acierta. De él habla en sus magníficos ensayos onomásticos Ignacio.

E. G-Máiquez dijo...

Em10, como en nuestra mesa redonda, eres el moderador perfecto: dejando que los demás hablen. Aunque de tus comentarios también aprendí yo mucho.

Ángel Ruiz dijo...

Bueno, yo le tengo vetado a Ignacio, al menos oficialmente, así que (al menos oficialmente) no podré leer su entrada sobre nombres, no vaya a decir entre medias alguna tontería sobre Dios, que estoy poco tolerante últimamente.
Y sigo pensando que Galdós pone muy bien los nombres: no sé qué dirá Ignacio sobre ello (ni me importa).

Ignacio dijo...

Gracias por el enlace, Enrique. Es curioso lo de Galdós: yo, fijándome en unas novelas, motejo sus nombres de inespecíficos y otros, con igual o más razón pero mirando otras, les señalan la vena forzadamente significativa.

Anónimo dijo...

¡Qué ganas de leer a d'Ors! ¿Por qué esa aversión suya a internet? En fin, supongo que el personaje no sería el mismo, si comulgara con semejante rueda de molino.
Y en cuanto a lo del comandante Echevarría, muy bien visto. A mí me parece un apellido pijo donde los haya, me produce la misma asociación de ideas que a ti.