domingo, 4 de agosto de 2019

Flor del sueño


Me he despertado esta mañana con esta copla en los labios, terminada del todo:


La vida es esa aventura
que se escribe muy despacio;
y va un viajero y la apura
cuando lee tu epitafio.

[Y no está mal esta copla, caigo en la vigilia, para echar el cierre al menos durante un tiempo a mi diario. Quizá Lo que ha llovido; El pábilo vacilante y Un largo etcétera hacían una trilogía cerrada, y sólo ahora me he dado cuenta. ¿Quién iba a pensar que los diarios también tenían sus ciclos, como la poesía, y que ahora tocaba un rato de barbecho, pero así es o lo parece. Muchas gracias por la compañía. En los artículos, en todo caso, seguiré erre que erre.]

Vaccacciones en Bracciano: té


Quique, tras tomarse un té helado, exclamó: «Italia..., ¡qué gran país!». 


sábado, 3 de agosto de 2019

Vaccacciones en Bracciano: Cuando nos casamos


Ahora quisiera ver yo a esos que se ríen tanto de mí si digo: «Cuando nos quedamos embarazados...». Porque en el viaje a Italia, como allí hicimos nuestro viaje de novios, y recordábamos cosas, Carmen empezó a preguntar: «¿Cuándo nos casamos...?» Por si estuvimos aquí, o allá, o comimos eso, o visitamos lo otro. Naturalmente lo último que hicimos fue corregirla. En el matrimonio, con pleno derecho, ya estaban latentes y de viaje de novios nuestros lejanos hijos.