Mostrando entradas con la etiqueta René Girard. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta René Girard. Mostrar todas las entradas
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Más Girard (que siempre es poco)
Cuando me pidieron desde Aceprensa una nota sobre René Girard les dije que tenía previsto un artículo para el Diario. No les importó que lo usara como base. Y lo hice. Ha sido muy apasionante ver cómo se expande sólo (con un límite de espacio más generoso) una columna bastante comprimida.
Pero lo más apasionante de todo ha sido sentir físicamente el punto oscuro de la teoría girardiana. La voy explicando paso a paso, deslumbrándome con su perfecta coherencia hasta que llego al momento del asesinato del primer chivo expiatorio, que no termina de entenderse con la claridad cartesiana del resto de los pasos. Y he visto que es normal: porque el crimen siempre es oscuro. Que después, el hecho terrible tuviese un efecto calmante (momentáneo), que se mitificase el acto y se ritualizase, ya vuelve a entenderse. Pero el crimen es un punto ciego.
sábado, 8 de septiembre de 2012
Encuentros
Hay un puñado de autores a los que me encanta encontrarme por casualidad citados en los libros y los artículos de otros. Es verlos, y me da un vuelco el corazón. Como encontrarse a un amigo íntimo en la cena de unos conocidos; aunque es más raro, porque no son mis autores de cabecera (Joseph Joubert, Nicolás Gómez Dávila, G. K. Chesterton, Mario Quintana, René Girard, Josep Pla...) con los que me pasa, sino sólo con algunos. Quizá sea con aquellos más inabarcables o cuyas obras, por un motivo u otro, se me escapan. Intentemos otra comparación: es como encontrarse en la cena de unos conocidos con un amigo íntimo, al que uno tiene pocas oportunidades de ver lo que quisiera. Tal vez haya otro autor que reconoceré cuando me lo encuentre, pero a bote pronto, son: Kierkegaard, Tomás de Aquino, Heráclito de Éfeso, Flannery O'Connor, Cristóbal Serra, el Talmud y Simone Weil.
lunes, 21 de mayo de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)