Que odien la religión
—siendo ellos— no me extraña;
ni las ganas contra España,
que están en su condición.
Lo que no tiene perdón
y va demasiado lejos
es que a la Poesía, el viejo
refugio que aún nos queda,
la asedien con Gamoneda
y los ripios de Bermejo.P. S.- Como empieza a ser tradición en estos Truenos y rayos, los comentarios me superan. Aconsejo vivamente al desocupado lector (y también al ocupado) que lea infra la décima de autor anónimo y la de C.B.
jueves, 31 de mayo de 2007
En un pas pis
miércoles, 30 de mayo de 2007
L’esprit de l’escalier
martes, 29 de mayo de 2007
Herme G. Donis
Lo dicho para el alma vale -valga la redundancia- para la poesía. Un verso inolvidable puede salvar a un poeta y qué no hará ya un buen haiku. En la nueva revista El mirador de los vientos, Herme G. Donis, entre otros más normales, escribe éste:
La alondra caída
esconde su ala rota
avergonzada.
lunes, 28 de mayo de 2007
El barbero en la Escuela Popular de Docta Ignorancia
¿Qué otra cosa es la libertad sino luchar constantemente por tenerla? Os lo aseguro: quienes dicen: “Somos libres”, ya han comenzado a no serlo.
*
La angustia no es algo de lo que tengamos que huir, sino algo de donde debemos partir.
*
“Lo políticamente correcto”, dijo don Juan, “es la mojigatería del demócrata y consiste en estirar lo sensato hasta la estupidez”.
*
Sólo daréis con la verdad si aprendéis a contradecirla. Hay que dudar hasta el fondo de todo. Por algo nuestro cerebro está metido entre esos dos signos de interrogación que son las orejas.
*
Andarse por las ramas es casi siempre andar más alto.
*
METAMORFOSIS.- Ovidio nos lo sugirió: en este mundo, aquello que deseamos, cuando al fin le damos alcance, siempre se convierte en otra cosa.
*
El odio procura empeorar lo que odia. A quien odiamos no sólo le deseamos lo peor sino —lo que es peor— que se comporte aún peor.
*
Poesía no es algo que se dice sino la única manera de decirlo.
*
Todo el vuelo de la poesía proviene, en cuanto a su continente, de la repetición y de la precisión; en cuanto a su contenido, de la inteligencia y la inspiración.
*
Lo malo ahora no es que la gente no lea, sino lo que la gente lee.
*
Las alabanzas dirigidas a otros cuesta poco decirlas, pero mucho escucharlas.
*
Y por supuesto, tienen razón los que dicen que los monstruos nunca mueren. Pero los héroes que los vencen, tampoco.
sábado, 26 de mayo de 2007
De la voracidad del blogg
Muchísimo más me preocupa que la voracidad del blogg se termine comiendo mi inspiración poética, tan chiquita y tierna. Si todo lo que pienso y siento lo expongo a estos Rayos y truenos, qué dejaré para mi próximo poemario. Copiaré las palabras de Walter Benjamin, recogidas en Pasos en el agua, el diario de Luna Borge: "El peligro del diario en general reside en descubrir precozmente los gérmenes del recuerdo en el alma y frustrar la maduración de sus frutos". Si es el peligro del diario en general, no digamos ya del blogg en particular, tan inmediato y público.
viernes, 25 de mayo de 2007
Eros y más
Siendo el caso que ya han reseñado Eros es más en todas partes, no me queda otra que intentar resolver al menos un acertijo que el poeta propone desde el prólogo, donde declara, además, algo tan sorprendente y necesario como esto: "Un poeta es alguien que dice verdades elementales".
A lo que iba. En ese mismo prólogo, González-Iglesias confiesa: "Uno de los aspectos que ahora me resultan más llamativos es que alguno de los temas que más me han preocupado en los últimos años ocupa en este libro un solo verso. De once sílabas".
Mi apuesta personal es que ese misterioso endecasílabo único es:
[Que nadie me reproche haber dado la incierta solución, el libro es muchísimo más (como Eros). Y encima cabe la posibilidad de que yo esté equivocado, aunque no creo.]
jueves, 24 de mayo de 2007
La prosa en sí
Y he pensando que, antes de acogerme al DRAE, podría colgarlas todas juntas y aquí. A ver cuántas os sabéis vosotros (sin buscarlas, eh). Y como ejercicio de humildad, que en el blogg uno siempre procura sacarse por el mejor perfil y el retrato hay que hacerlo también por el lado tuerto, el de los titubeos y la ignorancia.
Las palabras (y tenéis, desde luego, permiso para reíros de mí) son:
Retestinado.-
Hialino.-
Batihoja.-
Circuido.-
Giróvagos.-
Tumbagas.-
Pulquerías.-
Matalotaje.-
Ciclán.-
Bascas.-
Terne.-
Botigueros.-
Sicalipsis.-
Ñáñigo.-
Mesmérica.-
Erubescencia.-
Abogatada.-
Frenópata.-
Cazcaleo.-
Ectoplástico.-
Batahola.-
Broza.-
Fardeles.-
Dechados.-
Visco.-
Atropar.-
Bargueños.-
Abacería.-
Corondel.-
Esquicio.-
Avispar.-
Lardón.-
Melisma.-
Llana.-
Geoda.-
Indecidibilidad.-
Ciclónico.-
Obturador.-
Ocarina.-
Espelunca.-
Aneurisma.-
Subitáneo.-
Ocume.-
Fallebas.-
Apicales.-
Sardonia.-
Perendengues.-
Galbana.-
Barzoneando.-
Lígrimos.-
Melgar.-
Embolismo.-
Zaquizamí.-
Marfuces.-
Sirle.-
Alarife.-
Propincua.-
miércoles, 23 de mayo de 2007
Los últimos de la lista
No es el objetivo de este artículo explicar qué políticos son más iguales que otros, que ya se ve, creo. Lo que sí pretendo es decir cuáles son los más diferentes y, por tanto, los mejores. Mis políticos favoritos son los que van los últimos de sus listas, o sea, los que jamás tocarán poder.
Al sacar de mi apretado buzón la propaganda electoral y echar un vertiginoso vistazo a las fotos de los candidatos, mis ojos se han parado con ternura en los puestos finales de cada lista. Allí están los que, sin ninguna esperanza de alcanzar su canonjía, prestan rostro, nombre, prestigio personal y profesional a un partido político que es bastante probable que no lo merezca. Incluso en el caso, tan frecuente, de que sus siglas no sean para nada las mías, siento gran admiración por quienes asumen un compromiso desinteresado.
Porque señalarse —y uno, como articulista, lo comprueba cada semana— no es lo más cómodo: ni siquiera los más o menos partidarios se quedan del todo contentos, o por más o por menos. Afortunadamente, en Andalucía, gracias a nuestra tolerancia congénita —uno de los grandes activos de esta tierra—, no es necesario llegar a los extremos heroicos de otras partes de España, donde defender según qué ideas o ir por según qué partidos puede costarte un disgusto muy serio; pero en cualquier caso también aquí supone dar un paso al frente. Como es imposible que todos compartan nuestras posturas, significa arrostrar en muchas miradas una mezcla de perplejidad y leve reproche.
Para los que saquen plaza de ediles, todo eso va en el sueldo, al menos en el sur, donde la sangre no llega al río. Para los que no, su único pago será la satisfacción del deber cumplido. Si hubiese listas abiertas, yo empezaría a votar de atrás para delante, pero como no me dejan, escribo este artículo. No puedo hacer otra cosa. Ni siquiera exclamar: “que gane el mejor”, porque sería reaccionario. En democracia gana el más votado y punto, o ni eso, que luego vienen los pactos post-electorales… De ninguna de las maneras ganarán los últimos, ay, que son los primeros en mi lista particular.
[Joly]
martes, 22 de mayo de 2007
Die Zauberflöte
Pobre masonería, que ni la música de Mozart es capaz de levantar.
Feliz centenario
..............LÍNEA CLARA
Dicen que hablamos claro, y que la poesía
no es comunicación, sino conocimiento,
y que sólo conoce quien renuncia a este mundo
y a sus pompas y obras —la amistad, la ternura,
la decepción, el fraude, la alegría, el coraje,
el humor y la fe, la lealtad, la envidia,
la esperanza, el amor, todo lo que no sea
intelectual, abstruso, místico, filosófico
y, desde luego, mínimo, silencioso y profundo—.
Dicen que hablamos claro, y que nos repetimos
de lo claro que hablamos, y que la gente entiende
nuestros versos, [...]
Dicen, y menudean sus fieras embestidas.
Defiéndenos, Tintín, que nos atacan.............LuL. A. C.
lunes, 21 de mayo de 2007
Snob.
De aquel esnobismo de la alta sociedad yo me curé por homeopatía. Tuve una novia estiradísima que no me había roto aún el corazón y ya me tenía saturado de remilgos. Se lo agradezco mucho, lo de los remilgos y la posterior rotura cardíaca, gracias a la cual estoy aquí, felizmente casado con otra.
Pero volvamos al esnobismo, que no hemos acabado con él. Si resulta risible, no es por las jerarquías ni por su aspiración a la nobleza, sino por un sistema equivocado de valores, donde a lo superficial se le presta una atención ridícula. En cambio, si apreciásemos con su mismo rigor insomne la bondad, el conocimiento, la creatividad o la entrega andaríamos por la senda de los pocos sabios que en el mundo han sido.
Nadie podrá acusar a Antonio Machado, el del torpe aliño indumentario, de dandysmo, y, sin embargo, bien que nos avisó el hombre contra la chabacanería y el abandono: “Qué difícil es/ cuando todo baja/ no bajar también”. En estos tiempos que corren (cuesta abajo) habría que aspirar sin descanso a lo mejor, en la cultura y en la moral, sobre todo.
domingo, 20 de mayo de 2007
sábado, 19 de mayo de 2007
Donde advierte el Nuevo Mundo al mundo viejo
........................Advierta al mundo nuevo el mundo viejo
..................................................................Fco. de Quevedo
Se están marchando, España,
los que en ti parecían
vivir y ser contigo.
También, como nosotros,
un día, sí, ¿te acuerdas?,
nos fuimos de tu lado.
Los llamas y no acuden:
aquellos, los de entonces,
hoy ya no son los mismos.
Inocentes, no saben
que acabarán fundando
también, como nosotros,
Españas pequeñitas,
Españas de juguete,
clandestinas Españas
viviendo en otros nombres.
Milena Rodríguez Gutiérrez (La Habana, 1971)
El otro lado (Renacimiento, Sevilla, 2006)
viernes, 18 de mayo de 2007
Cae o cayó
¡Qué pena que no viniera
un diluvio universal
y se ahogara del alcalde
al último concejal!
Con la peculiaridad de que aquel día, en la mesa, junto al autor y al presentador, estaba el flamante Concejal de Cultura de mi pueblo, que para colmo estaba oyendo y entendiendo, que ya fue mala suerte. El hombre hizo un gesto entre la protesta y la resignación: no quería ahogarse, no, aunque si lo pedía la cultura... Al público, como es lógico, aquello le pareció muy sugestivo y ya se estuvo sonriendo toda la presentación. Desde cierto punto de vista, fue un éxito: nunca he visto caras como ésas, tan de aprobación, en ninguna otra intervención pública mía.
jueves, 17 de mayo de 2007
La lluvia en Sevilla...
[...] Hay un símbolo muy típico de su poesía, presente desde el primer libro hasta el último, que sirve de ejemplo de su compromiso con la verdad. Se trata de la lluvia. Recuerdo la emoción y la sorpresa que me produjo en mi primera lectura de este poeta encontrarme con la alegría que la lluvia le provocaba, que era la mía, que es la de todos los andaluces. Tal vez por influencia de la poesía del Norte, la lluvia es un meteoro que actúa en la literatura como un elemento monótono, como una nube de tristeza, como el pozo de la melancolía. Es fácil recordar lo que la lluvia representa para el poeta gallego Miguel d’Ors. Sin embargo, Aquilino Duque la recibe (al igual que su tierra) como una bendición. En “Domingo de Ramos”, que fue aquel poema donde por primera vez recibí el alegre chaparrón, dice:
Señor, fue larga la sequía,Más tarde, al leer sus primeros libros, descubrí que la lluvia ya estaba en ellos como una fuente de felicidad:
ven a nosotros, que es abril,
y corra el agua en romería
por las chumberas del carril.
/... /
¡Si esta lluvia es agua bendita!
¿No va a venirle al campo bien?
Aunque se moje la borriquita
y se arríe Jerusalén.
La lluvia que es tu dicha te lo dice,Aquilino Duque, a pesar de ser un escritor cultísimo, no ha dejado que el prestigio del tópico literario le agüe la alegría andaluza, pegada a su tierra y a sus raíces, de la lluvia. Sabe mirar la realidad sin gafas librescas y supera así la prueba del chaparrón, tan crucial para los poetas meridionales:
la lluvia que te limpia de pecado.
La dicha es una palabra clara,Antonio Machado en sus meditaciones rurales del “Poema de un día” también vio la alegría labradora que produce la lluvia. No quisiera, sin embargo, parecer exagerado. Este aspecto de la lluvia es sólo uno de los muchos ejemplos que se pueden poner del afán de verdad de este autor. Tal vez un ejemplo innecesario si uno piensa que al libro más antiguo de Aquilino, el que él empezó a escribir antes –aunque publicase primero La calle de la Luna- se llama precisamente El campo de la verdad. Pero, ¿cómo sustraerse al embrujo de esta relación entre lluvia, alegría y verdad que el poeta plantea constantemente?
un encuentro, un milagro, una alegría;
el olor del tomillo y de la jara
y el chaparrón después de la sequía.
Rompen los ánsares el vueloSiguiendo con mi particular deslumbramiento lluvioso, recordaré que en su primer libro claramente comprometido, Aire de Roma andaluza, une el poeta su amor por el agua a su decepción política y dice:
sorteando la tempestad
y hay un momento que en el cielo
relampaguea la verdad.
¡Qué pena que no vinieraEn la misma línea, también interviene el agua en ese magnífico y punzante poema que es “Manifestación disuelta por la lluvia”. [...]
un diluvio universal
y se ahogara del alcalde
al último concejal.
La presentación seguía, ya por otros derroteros. Pero antes de que escampe mi entrada de hoy, quisiera apuntar que parte del encanto de Pampaluna, el poemario que Rocío Arana escribió en su estancia en Navarra, reside en la feliz conjunción del entusiasmo sureño por la lluvia con la climatología lluviosa. Aquel poema donde habla del arcear del arce bajo la llovizna es inolvidable.
miércoles, 16 de mayo de 2007
Elogio de la hipocondría
Por fortuna, además de una fuente de ingresos para los médicos, la hipocondría es una fuente de felicidad. Quien acude a una consulta convencido de padecer cáncer de huesos y resulta que tiene, quizá, un conato de reuma, sale dando botes de contento. Ponerse en lo peor facilita que la realidad nos sorprenda, en la mayoría de los casos, para bien. Mi fervor realista se fundamenta en que la vida misma acostumbra a endulzarme, contra todo pronóstico, la existencia. (Se complace, en cambio, en amargar a los utópicos.) Asumo, desde luego, que alguna vez mis sospechas se mostrarán fundadas; pero entonces me consolaré del disgusto echando en cara a mis incrédulos, guasones, indiferentes familiares eso tan satisfactorio de: “Ya lo decía yo…”
Para la práctica de la lírica, la hipocondría es maravillosa. Antonio Machado pensaba que escribir sobre la muerte es una obligación profesional de los poetas y que hay quien la cumple como quien rellena un formulario. No así el hipocondríaco, que lo hace con mucho sentimiento. Sin hipocresía ninguna, yo me he escrito varios epitafios. Entre ellos, el que me gustaría que grabaran en mi mármol: “Esperanza, compañeros:/ las almas viven y encima/ resucitarán los cuerpos”. El mismo Machado, que sabía que el golpe de un ataúd en la tierra es una cosa perfectamente seria, nos perdonará la sonrisa. Si nos pusiésemos perfectamente metafísicos, habría que proscribirla. O todo lo contrario, que teniendo en cuenta lo inevitable de la cosa, cualquier humor es —bien mirado— humor negro.
La hora de la verdad nos planta, como su propio nombre indica, frente a la honestidad en punto, y la hipocondría hace el papel de aquel esclavo que en los triunfos romanos iba susurrándole al Emperador: “Recuerda que eres mortal”. Sería de agradecer que nuestros hombres públicos (políticos, fiscales, magistrados) dispusiesen de ese Pepito Grillo virtual, por no hablar de la conveniencia de haber leído al menos la primera parte de la Divina Commedia y de creer en el Juicio. De esa forma ejercerían sus funciones —por ejemplo, en el caso de la legalización a medias de la ANV— sin tantas concesiones al cálculo inmediato, con más valor y coherencia. Con otra responsabilidad. Un memento mori a tiempo es de lo más saludable.
[Joly]
martes, 15 de mayo de 2007
Spoon River, Arcos
Lo que ya no sé es si son esas mismas aguas las que corren por Corral de muertos (1954) de Julio Mariscal, en el que también traza la historia de un pueblo, en este caso Arcos de la Frontera, a través de sus difuntos. A emoción, desde luego, no le gana nadie:...............SPOON RIVER, EUSKADI
¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes,
y por qué hemos matado tan estúpidamente?
Nuestros padres mintieron: eso es todo......................................["Suma de varia intención", 1987]
.....................ROSA
Se leía "ROSA". Y más debajo:
"¿CÓMO PODRÉ OLVIDARTE?"
Era una historia larga y triste
como un invierno seco,
que yo os puedo contar en dos palabras:
llegó una tarde
con el trigo maduro de sus veinte veranos,
con su enorme pamela,
con su blanca sonrisa casi núbil.
pegada a un hombre seco,
ya maduro,
de estrellas, ordenanza, escalafones...
se la vio muchas veces
en los primeros bancos de la misa de doce,
en el baile artesano,
en esa plaza de todos los pueblos
hecha para la sosa, azucena alegría del domingo.
Tenían una casa, pequeña y recargada como una cornucopia
con su huerto y sus finos miradores...
Bueno y ahora, ¿qué importa todo eso?
Aquí, clavada a cuatro letras
y una interrogación
—"¿Cómo podré olvidarte?"—
que tú habrás injertado
en una estrella más, en otra estrella
no para el oro de la bocamanga,
sino para la oscura noche del recuerdo.
lunes, 14 de mayo de 2007
Sintiéndome interpelado
El reaccionario, ese conservador que se ha quitado la máscara…Para colmo, ni el lunes ni los periódicos ayudan a tomarme la frase con indiferencia. Y tampoco tiene mucho sentido mirar hacia otro lado, o con simpatía (El liberal, ese conservador que se ha soltado la melena), o con retranca (El nihilista, ese progre que se ha mirado al espejo), o con memoria histórica (El socialista, ese nihilista que se ha llenado el bolsillo) o simplemente con mala leche (El centrista, ese idiota que piensa que pensar es sacar medias aritméticas). Lo que de verdad me importa es la pregunta: ¿llevo yo máscara o no hay que tomarse a Cioran al pie de la letra? Él, consciente de mi resistencia a la reacción, a propósito nada más y nada menos que de Baudelaire, insiste donde más duele:
Si se examina el pasado de un escritor y sobre todo de un poeta, si se analizan detalladamente los elementos de su biografía intelectual, encontraremos siempre en ellos antecedentes reaccionarios… La memoria es el fundamento de la poesía; lo caduco, su substancia. ¿Y qué afirma la Reacción sino el valor supremo de lo caduco?
domingo, 13 de mayo de 2007
Pilla-pilla
sábado, 12 de mayo de 2007
viernes, 11 de mayo de 2007
Nieblas
jueves, 10 de mayo de 2007
Cathaysa
Es una alumna de mi Instituto a la que no doy clases y en la que incomprensiblemente no me había fijado hasta que entró en mi despacho acompañada de una grabadora y de un chico (casi) invisible. Lo más interesante de aquel día no sale en la entrevista inenlazable. Hablando con ella (y algo con él) me contó Cathaysa que, además de venir por las mañanas al Instituto y de hacer prácticas de Periodismo y de estudiar por las noches, dedicaba todas las tardes cinco horas a la Danza en el Conservatorio.
Cinco horas. Y yo, que voy de escritor y que iba a ser entrevistado dándome fuste, me revolví: ¿cuántos días --me dije-- le dedicas tú a lo tuyo lo que ella a su danza? Lo bueno de ser profesor es las lecciones que te dan. Y ahora, cada vez que me cruzo con Cathaysa por los pasillos, vaya si me fijo. Yo, y mi conciencia, que también se fija: ¡cinco horas!
miércoles, 9 de mayo de 2007
Europa
[Continúa en el Grupo Joly]
martes, 8 de mayo de 2007
aPLAuso
Más tarde comí en casa de mis padres y por allí rodaba la reciente antología de Julio Mariscal (1922-1977) editada por Renacimiento. Supongo que Jaime se la dejó olvidada este fin de semana. La abrí al azar y ¡pum!:
Me decía mi madre:Esto sí que sí, me dije, un poco avergonzado de mi falta de modernidad, de mis raíces de pueblo, de mi obstinación estética. Menos mal que cuando llegué a mi casa propia, otro pueblerino, Pla, me pasó el brazo por el hombro:
"Ahora los libros que después tendrás tiempo.
Ahora los libros".
Y yo guardaba el corazón sin estrenar, ileso,
por teoremas y batallas.
Las tres, las cuatro y a las cinco en punto
la merienda: su leche con galletas.
Mis hermanos mayores perdiéndose en sus cosas
y el cartero de azul galoneado.
Pero a las seis cruzabas tú, el crepúsculo
te traía de la mano y ya Pitágoras
se empolvaba en mi olvido, y ya las rosas
clavadas en la página y el río
como un lejano, muerto crisantemo.
Eran las seis, cuando las nostalgias,
cuando el andar primero de las sombras,
y tú cruzabas y contigo el mundo
que mi madre quería para luego,
pero que yo llevaba entre los ojos.
Las modas, a mí, siempre me han resbalado.
lunes, 7 de mayo de 2007
Lo contrario
Días más tarde asistí a una lectura de Pedro Sevilla. Sus poemas hablaban —con una ternura a duras penas contenida— de la familia, del afán de trascendencia, del agradecimiento a los hermanos del colegio de La Salle e incluso del amor a España. Entre emoción y emoción, recordé de pronto que Pedro Sevilla fue cabeza de lista por Izquierda Unida (IU) para Arcos de la Frontera en las últimas municipales. Pero ni siquiera ese percance electoral consiguió empañar mi admiración por aquel poeta bueno (como poeta y como persona).
Estas experiencias le servirían a más de uno para hablar de la estupidez de las ideologías y para abogar por la indiferencia y el sincretismo político. Para mí es todo lo contrario: cuando se comprueba que en los partidos más inesperados (también en el del mal menor) hay gente extraordinaria, entran unas ganas irreprimibles de explicar a todos nuestra doctrina social: la del bien mejor.
domingo, 6 de mayo de 2007
La madre que parió el Día de la Ídem
[Y vergonzantes felicidades a todas las afectadas.]
sábado, 5 de mayo de 2007
Saber es ganar
Así que hoy os reenvío a los que saben: a esta entrevista con Hermann Tertsch, y, si os quedan fuerzas --que falta nos hacen--, a este artículo de Rosa Díez.
viernes, 4 de mayo de 2007
Terciando
jueves, 3 de mayo de 2007
Juez y parte
miércoles, 2 de mayo de 2007
Rubias
Lo pensé muy detenidamente entre punto muerto y breve acelerón, y uno de los encantos de la feria son las flores en el pelo. Generan una sinergia por la que la melena es más fresca y cada flor más singular. Se adornan entre sí. Es tan bonito que da pena que ellas no se pongan su clavel o su rosa para ir a la oficina. Nos ahorraríamos, quizá, el atasco y el jaleo y el polvo de la feria; y algo de la pereza de los lunes, que hoy, miércoles, tras el puente, es triple.
Como una cosa lleva a la otra y además es lo que tenía más cerca, en el asiento de al lado, di en las rubias. Contra las morenas no tengo nada en absoluto, por supuesto: la superioridad estética de las rubias no es un axioma universal, como demuestra con el ejemplo la vicepresidenta del Gobierno, en constante lucha contra toda discriminación. Ya habrá tiempo en la feria del año que viene de hablar de las morenas, siempre y cuando a mi señora, que cada vez es más rubia, le parezca bien. Y hablando de sus mechas, qué hoguera de conceptos ardientes en sonetos flamígeros habría encendido un poeta barroco con esa palabra explosiva: mechas.
El mayor prestigio de las rubias podría deberse al encanto de lo exótico. Cada vez menos exótico, por cierto, y no solo por las fulgurantes mechas. Desde que hemos entrado en la Unión Europea abundan los niños rubísimos, incluso de padres muy morenos. Las leyes de la genética respetan la jerarquía normativa y se someten al Tratado de Maastricht, digo yo. Aunque nacidos en los últimos años (vade retro!) del franquismo, nosotros también fuimos rubios. Con la edad, nos vamos morenizando y tal vez el pelo claro sea un símbolo más de la inocencia perdida.
Contra todas estas razones, las morenas, que suelen ser tremendas, contratacan con el mito, inteligentemente explotado por Marilyn Monroe, de que las rubias son tontas. La experiencia nos dice que ni más ni menos que las propias morenas, como predica con el ejemplo la ministra de Cultura, esa animosa luchadora contra el tópico con sus mismas armas. Mi mujer, en cambio, lucha con el ingenio. Cuando una vez le gastaron la broma de que las rubias son tontas, rápida como una mecha, contestó: “yo no lo soy, me lo hago”. Rubia o morena, con o sin flor, ella sí que es tremenda. Si lo sabrá uno que allí estaba, yendo a la feria…
[Grupo Joly]