La gran alegría de la semana ha sido el Primer Folio de Shakespeare. Otra noticia shakesperiana. Pero a mí, que no tengo demasiada obsesión por las primeras ediciones, y habiendo ya 230 de ese libro, me alegra, sobre todo, por la conexión católica, que sí es una obsesión mía de verdad. La noticia la deja entrever:
Y el sentido común deduce el resto. Si a mí acaban expulsándome de España, como profetiza este caballero en los comentarios a un artículo:
, seguro que no metía en mi maleta ningún libro de Juan Goytisolo. Eso es así. Metería lo de Ibáñez Langlois, como mínimo. Pues imagínense en realidad, en Inglaterra, perseguidos con saña, amenazados de muerte y yendo, a pesar de todo, a Francia a formarse con los jesuítas. Si metían a Shakespeare en la bolsa de viaje, que vemos pequeña y disimulada, sería por algo.