domingo, 30 de noviembre de 2014

Shakespeare de nuevo


La gran alegría de la semana ha sido el Primer Folio de Shakespeare. Otra noticia shakesperiana. Pero a mí, que no tengo demasiada obsesión por las primeras ediciones, y habiendo ya 230 de ese libro, me alegra, sobre todo, por la conexión católica, que sí es una obsesión mía de verdad. La noticia la deja entrever: 



Y el sentido común deduce el resto. Si a mí acaban expulsándome de España, como profetiza este caballero en los comentarios a un artículo: 


, seguro que no metía en mi maleta ningún libro de Juan Goytisolo. Eso es así. Metería lo de Ibáñez Langlois, como mínimo. Pues imagínense en realidad, en Inglaterra, perseguidos con saña, amenazados de muerte y yendo, a pesar de todo, a Francia a formarse con los jesuítas. Si metían a Shakespeare en la bolsa de viaje, que vemos pequeña y disimulada, sería por algo. 


sábado, 29 de noviembre de 2014

Mujer música


Yo pretendí prenderla en sólo un gesto 
que fuese inmaterial, también tangible.  
Lo intenté con un libro —el sueño abierto 
y tenso, atento al sol de lo invisible. 

Busqué cosas menores, más modesto:
 
una mañana urbana y luz posible.  
Todo fue inútil: mi deseo abierto 
y oscuro y siendo, en cambio, ella tangible, 

el cuerpo albo, desnudo, aquí, en la tarde...
 
Ahora me concentro en no fijarla 
en pauta o pensamiento para darle 

el ritmo necesario del que calla. 
 
La música la envuelve sin alarde 
mientras ella camina por la sala.


Joâo Filho. En A Dimensâo Necessária, Ed. Mondrongo, Ilhéus-Bahia, 2014. Versión mía.

viernes, 28 de noviembre de 2014

De palos


No dejó de llover en todo el día, pero el mío se complicó. Nada más lejos que una mullida manta de agua. Pero caí en otra o metáfora o hipálage: manta de palos. También tupida, también me calentaba. 

La retórica, como un desodorante de anuncio, por más dura que se ponga la jornada, no me abandona. 


jueves, 27 de noviembre de 2014

Manta de agua


No sé si la expresión es metáfora o hipálage. Como la lluvia cae tan tupida y espesa, podría ser metáfora, pero como nos invita a quedarnos en casa, encender la chimenea y mirar por la ventana entreteniendo dudas retóricas, podría ser hipálage. 

Mar de dudas, que podría ser metáfora, que podría ser hipérbole...

***

Y la carita contenta que alguno de mis hijos me ha pintado en la ventanilla:





miércoles, 26 de noviembre de 2014

Insisto


Insisto: ¡lingüistas del mundo, tened hijos! 

Me grita Carmen desde abajo en la escalera: "Papá, ya estoy lista". Yo, que no tengo aún listo mi artículo, le digo: "¡Qué bien! Me gustan las niñas listas". No me escapo, sin embargo. Replica: "Digo es que estoy lista para ir al cole, aunque también soy lista". 

Bajo. Le veo el pelo muy largo en una coleta de caballo. "Qué barbaridad", comento. "¿Por qué?" "Porque tienes —mientras acaricio la coleta— un pelo muy bonito y muy fuerte". "Y también muy largo", dice la puñetera, leyéndome el pensamiento o las entonaciones. "Va creciendo como yo, a la vez..."

Pero también se equivoca alguna vez, por suerte. Aparece Quique, y le pido: "Carmen, ¿cómo describirías a tu hermano?" "Yo sé escribir su nombre". Ajá, la pillé en falta. Le explico lo que es "describir". Ah, y empieza: "Guapo..., listo..., duro..."



martes, 25 de noviembre de 2014

Pescador es


El sábado, día de la manifestación "Cada vida importa", publicó Nicolás, el padre de Beatriz, una carta al director con entidad de artículo. Véase. Está muy bien. Nico ha sido siempre, entre muchas otras cosas muy grandes, el hermano no escritor, casi sitiado por Jaime y por mí. Ha preferido la vela, por ejemplo, y últimamente la pesca. Pero una vez escribió un poema. Tenía ganas de publicar por lo menos uno. Recuerdo una imagen: la felicidad de un niño cuando va cuesta abajo en bici. Todavía me pedalea el corazón en el pecho al recordarla. Y ahora ha escrito ese artículo estupendo, o sea, que ya ha cumplido con el verso y con la prosa. Porque, en un refrán que a mí me gusta mucho, que me parece feliz como un niño en una bicicleta, lanzado cuesta abajo, y que a él ha de gustarle incluso más: "Pescador que pesca un pez, / pescador es". 


lunes, 24 de noviembre de 2014

Jaculatorias de mi sobrina Beatriz (7 años)


Lo más poético, siendo objetivos, es la flor cerrada que, nada más tocada por la Virgen, florece. 

A mí me enternece el "pibón", que parece un tanto fuera de lugar, pero que es una expresión muy del padre de la niña, y seguro que mi hermano se la dice a su hija. Hay todo un río subterráneo de ternura que ha ida a desembocar al mar de la ternura. 


sábado, 22 de noviembre de 2014

El árbol y el bosque

Me hizo mucha gracia este vídeo y lo pasé al Whatsup de los padres del cole. 




Uno de los padres preguntó: "Y este señor, ¿cómo sabe tanto de mujeres?". Me pareció una pregunta pertinente. Naturalmente, la he oído muchas veces, pero sólo ahora vi la respuesta correcta, quizá porque quedaba claro que el cura saber, sabía; y porque se hacía en el contexto perfecto: en un foro de padres. 

Es el viejo tema del árbol y del bosque. Nosotros no sabemos tanto porque nuestro árbol no nos deja ver el bosque. El celibato es un monte desde el que se ve el panorama completo, sin interferencias. Aunque para redondear la metáfora, no es un árbol lo nuestro, sino un rosal, espinoso y florido. Nuestro papel es ver lo único que es. Normal que el bosque lo vean mejor otros. 



viernes, 21 de noviembre de 2014

Sentimientos encontrados


Lo que empezó como un peque-pique entre compis del insti, ha acabado con un premio y una entrevista. Aquí está. Hasta ahí, perfecto. La cosa es que leyéndolo, me encuentro con una serie de sentimientos enfrentados, que van de la felicidad al tormento, pasando por la zozobra. ¿Sois capaces de adivinarme, viendo la página, los tres?


***

1- Felicidad. Éste era fácil. Han tenido el buen gusto de escoger, entre las que envié, esta foto, que se salva por la mirada de Quique. 




Ahora me da rabia la silla, pero sin ella no quedaría tan claro que el niño se coló en la sesión fotográfica que me estaban infligiendo. Parece que me mira con amor, aunque quizá sea piedad. 

2- Tormento. Localizar este sentimiento es más difícil, aunque el contraste salta a la vista. Y no es envidia, no, sino la sensación de culpa de que, mientras que yo me entretengo en darle vueltas a mi cucharilla del café, otros están en lo que hay que estar.  




3- Zozobra. Seguro que algunos os habéis dado cuenta, eso es fácil, lo difícil es dar con la solución:




Me refiero al Espíritu, eso está claro, pero dudé mucho (dentro de las prisas con las que me pidieron las respuestas). Si escribía "Espíritu", parecía un predicador, por una parte, y un soberbio, por otra, con hilo directo con la Trinidad. Pensé que la mención aristotélica a la Edad Media ya aclaraba las cosas, y que la minúscula resaltaba mis dudas y la propia entidad de mi inspiración. ¿Os parece que acerté o no? La verdad es que no lo sé, y me interesa porque pienso usar esa respuesta cada vez que me pregunten por la inspiración. 

jueves, 20 de noviembre de 2014

Mi color favorito (y 2)


Mi color favorito (véase ayer) es el del cielo al caer la tarde (cuando nos examinamos de amor), con una pizca de sal, quiero decir de luz de dentro, por contraste, y con unas gotas añadidas de humo de la chimenea; por darle hondura moral y por aquello del fuego al fondo, que tan bien nos explicaban Ángel y Homero

martes, 18 de noviembre de 2014

Gracia


Por la tarde, Carmen me dijo al oído: "Eres el más gracioso del mundo". Me pareció un piropo insuperable, claro. Y, sin embargo, llegué a la cena con ellos con ciertas tensiones y frustraciones, cansado, serio, pensativo y viejo. Nada quería salir bien de mis manos. ¿Cómo era lo de Bloy: mi cabeza es un saco vacío del que tengo que sacar mis textos? Pero ella no lo sabía y me pidió: "Papá, haz el tonto un poco..." Tuvo que verme tal cara de impotencia y desolación que añadió corriendo: "El tonto en broma, digo en broma, papá".






lunes, 17 de noviembre de 2014

El tiempo se derrite


No temáis. No es un anuncio del "Ártico se derrite" pidiendo donaciones. Es el trabajo de este mes de Carmen para el cole, donde está dando los innuits, que son los esquimales de toda la vida, pero que han cambiado de nombre, no sé por qué. 

Su madre y yo nos lo pasamos estupendamente con sus trabajos. Sólo tememos al tempus fugit ("El tiempo se derrite") y que, dentro de nada, las tareas sean, ay, ecuaciones de segundo grado y análisis sintácticos. 




sábado, 15 de noviembre de 2014

Lírica y biografía


Tiene Jesús Cotta la costumbre de hacer cada fin de semana una obra de misericordia: nos manda un poema. El de hace un rato me ha conmovido especialmente. Es éste: 


Nada me gusta más 
que estar con los amigos 
donde no falte el vino ni la charla, 
y mejor si ya es tarde y si la noche 
nos va pasando a todos 
sus brazos por los hombros 
confidente y serena. 

 Pero entre todas esas 
horas de la penumbra, 
ninguna como aquella en que, de pronto, 
un relámpago ciego atravesaba 
la larguísima mesa, 
la barricada de las voces, 
el laberinto de los hombros 
y, en un vuelo sin sitio, me llegaba 
el minúsculo abrazo de tus párpados.   
                        [Inmaculada Moreno, publicado en la revista Estación de Poesía]
El poema es estupendo, ya se ve; pero me ha conmovido por dos razones más. Justo anoche estuve con Inma y otros amigos, pocos, donde no faltó vino ni charla y era tarde y la noche nos pasó, en efecto, sus brazos por los hombros, confidente y serena. La coincidencia me ha estremecido.

Pero además una enseñanza de fondo. No había percibido ese transido "minúsculo abrazo de los párpados", quizá ocupado en levantar yo, más que nadie, la barricada de voces. Y ese de más del todo inesperado es lo que siempre nos ofrece la poesía, cuando es verdadera, aunque uno haya vivido la anécdota (o una exactamente idéntica) desde la primera fila.



viernes, 14 de noviembre de 2014

Equivalencias


Se pelean mis hijos por la toalla que usarán para salir del baño. Les digo: da igual qué toalla, no vale vuestras lágrimas. Y veo, de golpe, que buena parte de la educación moral es comprender que tantísimas cosas dan igual. Y que eso no tiene nada que ver con la indiferencia sino con la poesía. Octavio Paz tiene páginas muy encumbradas sobre la metáfora como la clave de todo. Lo es porque atisba la equivalencia universal. No, no os asustéis: no les hablo a mis hijos de una equivalencia pseudo pbudista, sino lírico-estoico-humorística. 

Ya metido de lleno en las equivalencias recuerdo la gracia que me hace un defecto lingüístico de Corina.  Cuando viste a Quique, para convencerle, le quiere decir "Ponte esta camisa, como papá", pero le sale: "Ponte la camicha, com papá". Convierte una comparación en una compañía y, a su manera, está diciendo lo mismo que Octavio Paz. O más. 


jueves, 13 de noviembre de 2014

Círculo vicioso


Me he despertado tan dormido que me he hecho el café con una cápsula de descafeinado. 

[PS.- La maldición de la rima, que salta en la prosa y se esconde en el soneto. Ahora he de elegir entre "Me desperté" y "café" o "despertado" y "descafeinado". Elijo esta última, para que el eco atestigüe que estoy dormido.]

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Yeats y Ferrán

CXXXVIII 
Eso que estás esperando 
día y noche, y nunca viene; 
eso que siempre te falta 
mientras vives, es la muerte. 
Comparad este poema de Ferrán, que tanto  gustaba a J. R. J., con el poema de Yeats, que tanto me gusta a mí. 

LA RUEDA

A través del invierno invocamos la primavera, 
toda la primavera llamamos al verano, 
y cuando ya resuenan los setos rebosantes 
declaramos que lo mejor es el invierno. 
Y después nada hay bueno 
porque la primavera no ha venido. 
No sabemos que aquello que perturba nuestra sangre 
es sólo su nostalgia de la tumba. 
                                                   [Versión de Enrique Caracciolo Trejo]

Yo he dado en admirar muchisimo a Ferrán, pero creo que la comparación nos da la prueba de las limitaciones de la copla frente al poema largo, culto. Lo que no quiere decir que dentro de sus limitaciones la copla pueda resultar insuperable. Ferrán las hizo así. Un ejemplo: 

Yo no quiero que madrugues, 
sino que al rayar el alba 
abras tus ojos azules.


lunes, 10 de noviembre de 2014

Sobredosis de Stevenson



Sing a song of seasons!
     Something bright in all!
Flowers in the summer,
     Fires in the fall!

*** 


El comentario de Ángel, ampliado aquí, me ha hecho recordar un poema mía, que es algo que siempre se agradece mucho: 




Bien, muy bien, mejor


Tengo una amiga tan generosa que me ayuda hasta cuando me pide ayuda. Quiere traducir esta canción infantil que da título a un libro que se trae entre manos: 
Good, better, best, 
Never let me rest 
Until my good is better 
And my better best. 
Hace apenas dos meses leí que Bécquer dejó inacabada una novela con el título exactamente contrario: Mal, muy mal, peor... Ojalá la dejara porque cambió su suerte. A mí la cancioncilla me la ha traído y me la pido de ahora en adelante como lema. 

Pero la traducción me sale así: 
Recuerda aquella canción: 
no descanses hasta hacer 
que tu "bien" sea "muy bien" 
y tu "muy bien", tu "mejor".  
Como la traducción es manifiestamente mejorable, y encima teniendo en cuenta el tema, no me queda otra que pedir ayuda. 




jueves, 6 de noviembre de 2014

Últimas palabras

Una cosa extraordinaria de las últimas palabras es que uno no las repite. Como no es el caso, corto y pego de un viejo artículo: 
Las últimas palabras gozan de gran predicamento. Ana Bolena, cuando iban a decapitarla, le dijo al verdugo: “No os daré ningún trabajo. Tengo el cuello muy fino”. En idéntica circunstancia, al aristócrata francés Henri de Xavière le ofrecieron un vaso de vino. Respondió: “No, gracias. Cuando bebo suelo perder la cabeza”. Yo quisiera lucirme en el trance mío, cuando me toque. Pero no creo, porque mis últimas palabras favoritas no son brillantes, sino tiernas. Son las de Pancho Villa a un periodista americano: “Diga usted que dije algo”

Lo recuerdo porque acabo de enterarme de las últimas palabras del Padre Guerrero S. J., cuya causa de beatificación está en curso. Me han emocionado. Se dirigía en moto a Utrera a atender alguna labor espiritual y, con los calores del 3 de septiembre, se quedó adormilado. No frenó y se dio por detrás con un camión que cargaba hierros. Se los clavó. El médico que le atendía comparó sus heridas (era el año 1973) con una cornada de un toro. Había perdido el conocimiento y estaba gravísimo, pero se recuperó para decir con un hilillo de voz sus últimas palabras: "No hagan nada al camionero, porque la culpa es mía". 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Tal es la gloria, Guillén


Cristian Campos y en Jotdown y esto:


Lo de Jules Renard es —no sabría explicarme bien por qué, habiendo pasado por el mundo Pla— lo máximo. ¡Y yo que creía que nadie se había dado cuenta de que pelirrojeo! No se puede pedir más. 

Pero CC da más: "feliz y español", culmina. Entran ganas de ponerse esos títulos en la tarjeta de visita. Lo que inmediatamente me recuerda mi método. Y ahora vaya responsabilidad (otro método mío) tratar de no dejar muy mal a Cristian, cuando remite a sus lectores —tan jóvenes, tan cultos, tan alternativos, tan jotdown— aquí. 

Usaré el método del espejo y me esconderé tras este fogonazo genial suyo: "Leo al escritor al mismo tiempo que su libro. El estilo literario es el lenguaje corporal del escritor". 
(Lo cual, dicho sea de paso y sea como sea mi estilo literario, me favorece, seguro). 


martes, 4 de noviembre de 2014

Conocido


Amigos, conocidos y saludados, según la taxonomía de Josep Pla. Yo era muy bueno con los saludados (antes de la miopía) y hago aún muy buen papel como conocido. Los amigos, sin embargo, siempre me dan más de lo que doy. Es un tema sobre el que pospongo un serio examen de conciencia. 

Pero vine a otra cosa. Una conocida me cuenta los problemas de salud (graves) de su marido y yo (véase supra) la escucho atenta, empática, cariñosamente. Detecto, además, un timbre de emoción y más, de amor, que me hace recordar lo mucho que me intrigó hace dos o tres años (la última vez que hablé con ella con calma) la frialdad y hasta la esquivez con que lo mentaba (o lo callaba) en la conversación. Por puro miedo, soy muy reacio a admitir el papel humanizante y purificador del sufrimiento, pero hay veces que no me queda más remedio.

"Cuánto me alegro de haberte visto", me despido, y no exagero, como pensará ella, pues, al fin y al cabo, sólo soy un conocido. No exagero nada: me quedo corto. 


lunes, 3 de noviembre de 2014

Santoral literario


La propuesta de Ángel de rezar a Sancta Julia me parece tan justa como oportuna. Me apunto fervoroso, aunque yo le tenía más devoción a Sancta Cordelia. Y por qué no hacemos un santoral literario, se me ocurre, con un ataque repentino de ilusión. Me imagino un libro precioso, al estilo de la Casa de los santos de Carlos Pujol, que reúna devoción cristiana, cierto humor (por supuesto), mucha crítica literaria y toda la calidad de la propia prosa que buenamente se pueda. Se trataría de ir rastreando personajes cristianamente ejemplares de novelas y cuentos y buscarles un día en el calendario y escribir una reseña de su "vida y milagros", explicando la virtud o virtudes que nos animan a practicar, el patronazgo que se les encomienda y la perentoria necesidad de su intercesión. Juzgar sobre la santidad o no de nadie siempre es pretencioso, pero apoyándonos en el diferente plano ontológico creo que es un riesgo que aquí nos podemos permitir. Eugenio d'Ors soñó (creo que en El valle de Josafat) con un santoral laico, de grandes sabios y artistas y hombres de ciencia, que se propusieran como ejemplo. Me consta que empezó con ello y marcó algunas fechas en rojo. Hasta dónde sé, no lo acabó. Aunque la idea era buena y, por tanto, acabada. La nuestra no se queda atrás, pero a ver si somos capaces de rematarla. Ya tenemos dos santas, para empezar. Son hermanas, sí, como lo fueron Marta y María, Justa y Rufina, Nunilo y Alodia... Son del mismo autor, como hay santos de la misma orden. Son del mismo libro, como los hay del mismo convento... No nos lo pongamos más difícil de lo que es, eh. Yo, para empezar el trabajo, apunto a las dos Flyte (aunque hay que buscarles día), añado una etiqueta y os pido (cómo no) toda la asistencia posible.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Humor total


He visto claro el humor total. No basta —siendo tanto— tener gracia cuando se pretende tenerla, que es, como mucho, la mitad del camino. La otra mitad, como poco, es tener gracia cuando no se pretende, por la forma de hablar, de ser, de estar, por una chispa que provoca uno aunque trate las cuestiones más serias. La vanidad de dominar el humor de la primera se compensa con la humildad de derramarlo de la segunda, a poco listo que uno sea. Ay, quién pudiera conseguir ese humor redondo, completo, perenne.