SAN SILVESTRE, 1985Aunque ya lo de los tangos de Tolosa me parecía excesivo, el endecasílabo "enfangado en el güisqui solitario" me entusiasmaba. Cómo pasa el tiempo. Ahora este soneto ha bajado bastante en mi estimación. Sin embargo, hay otro Jon Juaristi, el pequeño Juan, el solitario, el de un puñado de poemas estremecidos, que valoro incluso más que entonces.
Otra vez me han plantado. Ya me veo
enfangado en el güisqui solitario.
A mi edad, sin embargo, es necesario
vigilarse el riñón. Me acuesto y leo.
Las nocheviejas me deprimen. Creo
que las voy a borrar del calendario.
Para el muermo no habrá otro aniversario
ni ganará a mi costa el jubileo.
Vuelvo, hasta que me pesa la cabeza,
a una lectura amena y provechosa:
La Regenta (edición de Juan Oleza).
Y me duermo seguro de una cosa:
tampoco ganaré el año que empieza,
el concurso de tangos de Tolosa.
De él hablaremos otro día, porque este mes lo estoy pasando acordándome sólo de Eloy Sánchez Rosillo y de su "Diciembre":
Se acaba el año y casi nada hiciste
de lo que en este tiempo, vagamente,
te proponías hacer. Pero has escrito
unos cuantos poemas.-____---------------------(Sé sincero
y di que lo demás no te importaba.)
Y estos versos me consuelan mucho, a pesar de que no me los puedo aplicar del todo. Por dos motivos, uno triste y el otro alegre. El primero es que apenas he escrito poesía, tan distraído con los artículos y el blogg. Y el segundo, por el que me alegro, es que lo demás, cómo pasan los años, lo demás sí que me importa. Y mucho.