Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
domingo, 19 de agosto de 2007
Agosto en la piscina
Las sandalias —plas-plas—plas-plas— aplauden a su paso.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Yo lo oía cuando era pequeño, por la playa. Después, en la Universidad, un ruido que me gustaba, aunque también me enervaba un poco, era el de la suela de mis náuticos sobre el suelo. Parecía todo chirriar.
Ahora que lo dices, sí, se ve una "ella". Creo que todos sabemos que "ella" es, porque habla mucho de ella en su blog, y por lo que dice debe de ser una super-ella
4 comentarios:
Yo lo oía cuando era pequeño, por la playa. Después, en la Universidad, un ruido que me gustaba, aunque también me enervaba un poco, era el de la suela de mis náuticos sobre el suelo. Parecía todo chirriar.
Acá hay una "ella"...
Ahora que lo dices, sí, se ve una "ella". Creo que todos sabemos que "ella" es, porque habla mucho de ella en su blog, y por lo que dice debe de ser una super-ella
Ejem, ejem, José Luis, no me comprometas...
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