Siempre pensé que anémona sólo era el nombre culto de lo que por estos lares se conoce como ortiguillas, delicatessen marino de exquisito gusto y precio alto. Bueno es saber que también es una planta herbácea con igual nombre en su flor.
Ahora soy yo el que aprende. No sabía que las ortiguillas se llamasen anémonas. Qué sorpresa, tú, con lo que las he comido, y no saber ni su nombre.
Y sí, Ángel, muy de acuerdo en las tres cosas: en la alegría que dan, en lo bonita que es la acuarela y en lo del magisterio gayesco.
Curándolo en salud dice muy bien Cézanne en el catálogo: "La búsqueda de la novedad y de la originalidad es una necesidad artificial que no logra disimular la trivialidad ni la falta de temperamento".
4 comentarios:
Muy bonita, parece de R. Gaya.
De acuerdo en las dos cosas: muy bonita y muy en el magisterio de R. Gaya: da alegría verla.
Siempre pensé que anémona sólo era el nombre culto de lo que por estos lares se conoce como ortiguillas, delicatessen marino de exquisito gusto y precio alto.
Bueno es saber que también es una planta herbácea con igual nombre en su flor.
Ahora soy yo el que aprende. No sabía que las ortiguillas se llamasen anémonas. Qué sorpresa, tú, con lo que las he comido, y no saber ni su nombre.
Y sí, Ángel, muy de acuerdo en las tres cosas: en la alegría que dan, en lo bonita que es la acuarela y en lo del magisterio gayesco.
Curándolo en salud dice muy bien Cézanne en el catálogo: "La búsqueda de la novedad y de la originalidad es una necesidad artificial que no logra disimular la trivialidad ni la falta de temperamento".
Publicar un comentario